En esta ocasión, la Cinemateca francesa decidió cancelar una proyección programada como parte de un homenaje a Marlon Brando, alegando amenazas de boicot y preocupaciones por la seguridad del público y el personal.
La medida, anunciada tras una intensa campaña en redes sociales, pone de manifiesto las tensiones actuales entre la libertad de expresión y los movimientos que cuestionan representaciones culturales. “La seguridad es nuestra prioridad”, explicó el comunicado oficial de la institución, justificando la desprogramación del filme.
Un clásico bajo la lupa
La obra de Bertolucci, protagonizada por Marlon Brando y Maria Schneider, ha generado debates desde su estreno en 1972. La película aborda una relación compleja entre un hombre mayor, devastado por el suicidio de su esposa, y una joven que se involucra con él en un vínculo marcado por encuentros sexuales en un apartamento vacío. Sin embargo, una escena específica, en la que se utiliza mantequilla como elemento simbólico en un acto sexual, sigue siendo el centro de la polémica.
Años después del estreno, Maria Schneider expresó su malestar con respecto a esa escena, alegando que no fue consultada previamente sobre su inclusión. Aunque la escena fue fingida y los actores permanecieron vestidos durante su filmación, algunos la calificaron como un acto de violencia simbólica hacia la actriz, un debate que persiste en la actualidad.
Perspectivas feministas y críticas culturales
La periodista Chloé Thibaud, una de las principales voces detractoras, afirmó que la película refuerza la “cultura de la violación”, una postura que ha generado amplio debate. Sin embargo, defensores de la obra argumentan que el filme trasciende etiquetas simplistas y presenta una narrativa de personajes complejos en lugar de perpetuar dinámicas de poder unilaterales.
“La protagonista no es una víctima pasiva”, explican críticos que consideran que el personaje de Schneider toma decisiones activas, incluyendo el desenlace de la relación. De hecho, el final del filme muestra cómo ella rechaza a su amante y opta por una solución drástica ante su insistencia.
La paradoja de la censura
Curiosamente, quienes hoy promueven la cancelación de la película pertenecen a sectores que tradicionalmente abogaron por la libertad artística y la transgresión cultural. Este cambio refleja una nueva sensibilidad social que, según algunos analistas, se asemeja a formas de puritanismo.
Por otro lado, también se destaca la aparente contradicción entre la oposición a Último Tango en París y la promoción de obras literarias dirigidas a adolescentes con contenido sexual explícito. Este doble estándar alimenta el debate sobre los límites de la libertad de expresión y la influencia del contexto cultural en la recepción de las obras.
¿Censura o protección?
La decisión de la Cinemateca francesa pone sobre la mesa una cuestión central: ¿debe el arte adaptarse a las sensibilidades del presente o mantenerse como un testimonio de su época, aunque resulte incómodo? En un momento en que las redes sociales amplifican las voces críticas y los movimientos sociales reclaman mayor responsabilidad en la representación cultural, este episodio reaviva el eterno debate entre censura y libertad artística.