De «Naranja y media» a «100 días para enamorarse»: desde hace 21 años la televisión habla de poliamor.
En 1997 Guillermo Francella protagonizó una ficción en la que planteó este tipo de relación que, por estos días, Florencia Peña abrió el debate al contar que la practica con su futuro marido
Por Milagros Monti.-30 de septiembre de 2018
«Estuve pensando de una manera amplia la posibilidad de que nosotros podamos estar los tres juntos. Esta solución es el poliamor. Y el poliamor tiene un hijo, que se llama trieja. Lo que les quiero proponer es una trieja: una relación de tres, en donde todos compartimos el amor».
La escena corresponde a 100 días para enamorarse, la ficción en la que Javier (Juan Gil Navarro) es bígamo. Hace unos días Florencia Peña instaló el debate al contar que mantiene una relación de poliamor con su futuro marido, Ramiro Ponce de León.
«Tenemos una relación consensuada y abierta donde ninguno hace nada que no haya sido charlado, no quiero escuchar detalles en un audio y él tampoco de los míos», aseguró la actriz y jurado del Bailando 2018 después de que salieran a la luz audios y mensajes de WhatsApp entre el abogado salteño y una modelo de 26 años.
En la ficción de Undergound, Javier está Casado con Florencia (Manuela Pal), pero también en pareja con Inés (Jorgelina Aruzzi). Tiene hijos con ambas, y los manda al mismo colegio. Allí es donde ellas se conocen y descubren la verdad.
Los primeros en conocer la vida oculta de Javier son sus amigos Diego (Luciano Castro) y Gastón (Juan Minujín), mientras que Laura (Carla Peterson) y Antonia (Nancy Dupláa) lo descubren al mismo tiempo que su amiga Inés.
La explicación de Javier es clara: ama a las dos y no está dispuesto a dejar a ninguna. A pesar de que ambas se enojan y se separan, él intenta mantener ambas relaciones, aunque también tiene affaires con otras mujeres.
«Cuando empezamos a escribir 100 días para enamorarse, partimos de la hipótesis que estábamos frente a un nuevo paradigma en cuanto a las relaciones de pareja, que hoy en día es muy difícil pensar en los conceptos de amor para toda la vida, que la monogamia, sobre todo en vínculos de muchos años, entra en crisis, y a partir de eso quisimos repensar cómo podían subsistir los diferentes tipos de parejas en estas épocas», explicó Silvina Frejdkes, una de las guionistas de la ficción de Underground.
«Al igual que en el poliamor, Javier sostenía la convicción que se puede amar a dos personas simultáneamente, pero lo practicaba de forma unilateral sin el consentimiento de las otras partes, lo cual deriva en algo que no tiene nada que ver con el amor y sus nuevas dinámicas…porque era un bígamo que mantenía dos casas y dos familias simultáneas a espaldas de sus mujeres. La diferencia básica es que en la bigamia no hay un pacto, ni una decisión en conjunto, sino que hay un sistema de engaños para lograr sostener el equilibrio de las dos familias», agregó la guionista.
Ernesto Korovsky también forma parte del equipo de guión de la ficción del prime time de Telefe y describió a Teleshow el papel que eligieron para Juan Gil Navarro. «Lejos de ser el personaje edificante por lo cómico, por lo listo o por el campeón que puede con todas las mujeres, está presentado como una especie de enfermito que no puede parar y que no tiene límites. Varias veces nos preguntamos cómo se llama la enfermedad de Javier y es como si padeciera el síndrome de cordero enardecido».
Desde noviembre de 2012 hasta mayo de 2013, Juan Gil Navarro protagonizó Mi amor, mi amor junto a Jazmín Stuart y Brenda Gandini. Producida por El árbol y escrita por Max, Holdo, la ficción contó la historia de Juan, un hombre que estaba perdidamente enamorado de su novia Valeria (Jazmín Stuart), pero que el destino lo cruzó con Laly (Brenda Gandini), una joven que trastoca sus planes y por la que, sin quererlo, se siente irremediablemente atraído.
De esa manera, sin pensarlo, a Juan se surgió la controversia de amar a dos mujeres, que eran muy diferentes entre sí pero que se complementaban. Sin poder elegir mantener una relación con una de ellas, decidió llevar una vida paralela sin que ninguna se entere hasta que el escándalo salió a la luz y siguió el desarrollo de la novela.
Al igual que en Naranja y media, el protagonista se llama Juan y es bombero, profesión en la que se escudaba para ir a ver a cualquier hora a la otra mujer. De la misma forma, una de las mujeres se llamaba Laly (Brenda Gandini y Verónica Vieyra) y era maestra jardinera.
Naranja y media
Naranja y media se emitió en 1997 en la pantalla de Telefe
Naranja y media se emitió en 1997 en la pantalla de Telefe
Hace más de 20 años -en 1997- Guillermo Francella protagonizó Naranja y media junto a Millie Stegman y Verónica Vieyra. En la ficción que tuvo de guionista a Fernando Román y se emitió por la pantalla de Telefe, el actor interpretó a Juan Guerrero, personaje que tuvo un final imprevisto y que arrasó en el rating, que alcanzó los 30 puntos.
Después de que su padre -interpretado por Juan Manuel Tenuta– le dejara de hablar cuando se enteró que tenía dos mujeres, decidió irse a vivir al sur y dejar de lastimar a sus seres queridos. Allí, mientras caminaba por El Bolsón, sus esposas lo sorprendieron al llevarle a sus respectivos hijos y luego tuvieron una charla de mujer a mujer.
—¿Qué loco es el amor, no?
—Es el amor. ¿Tanto lo amás?
—Tanto como vos.
—Bueno, vos o yo…
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«Gracias, Dios. Estoy en paz. Me diste la oportunidad de volverlas a ver. A ellas y a mis hijos. Ya está. Hiciste mucho por mí. Ya no te pido más», reflexionaba Juan mientras Nati y Lali le declararon su amor y caminaron los tres juntos. Él en el medio y cada una de ellas con sus bebés en brazos.
Mientras tanto, se escucha la voz del recordado Tenuta que cierra el capítulo número 210 de Naranja y media explicando que se fueron «lejos de un mundo que no los comprende y hasta que la muerte los separe».
Al fin y al cabo, de eso se trata el poliamor. La relación que Florencia Peña decidió mantener con su futuro marido y que no pretende que nadie la juzgue ni opine.