Cathy Fulop detalla cómo funciona el chip sexual que se implantó

Como para diferenciarse de los chistes y prejuicios que puede generar el tema, Catherine Fulop (54) elige cuidadosamente sus palabras al momento de explicar el cambio y los beneficios que le significaron el tratamiento hormonal basado en el famoso «chip sexual».

«El nombre es muy marquetinero, pero en realidad, refiere a un reemplazo hormonal. El chip en cuestión se llama pellet y se pone bajo la piel, para que libere las hormonas que te empiezan a hacer falta cuando llega la menopausia. Más allá de haber mejorado mi vida sexual, noté cambios en la piel – ya no es tan seca-, lo mismo con el pelo. Se reducen los calores y ganas energía. La panza no se te hincha tanto y tus estados de ánimo se estabilizan con el tiempo. El chip, como le dicen, no te convierte en una chica de 20, pero sí te ayuda a administrar los años de vida que te quedan», explica. Y cuenta que lo contagió a Osvaldo Sabatini (54), su marido, con la iniciativa.

-¿Cómo surgió la idea?

-La primera vez que leí sobre esto fue en un libro de Jane Fonda -quien más tarde me inspiró a escribir mi libro Espléndidas- que explicaba el reemplazo hormonal. Si bien hasta hace un tiempo el ginecólogo te mandaba comprar hormonas sintéticas que las conseguías en la farmacia, hoy, a través de una nueva técnica, se logró hacer hormonas bioidénticas [de origen vegetal, son muy parecidas a las hormonas que produce el organismo]. Mi doctor, Damián Rozenberg, me propuso comenzar el tratamiento. La realidad es que estamos envejeciendo juntos y queremos hacerlo con la mejor calidad de vida posible.

-¿Cómo reaccionó Osvaldo cuando le contaste?

-Le gustó la idea porque sabía lo que yo padecía el tema de los calores y la incomodidad que sentía en nuestros encuentros. Cuando te haces grande, te vas secando como las plantas, la piel se nos va secando, todo. En vez de aprovechar para tener una vida sexual más plena, teníamos que ponerle mucha más garra a cada uno de nuestros encuentros. Al poco tiempo de empezar con los pellets ya me vio mucho mejor en cuestiones de ánimo y de energía. Y él ahí también quiso probar. Ahora los dos estamos contentos: tenemos una vida más plena, sin tantos traumas.

-¿Notás una diferencia en la frecuencia?

-[Lo piensa unos segundos]. Creo que igual está todo en la cabeza, no es que de repente te vas a poner el chip y vas a ser una chica de 20 años con las hormonas alborotadas, que apenas te tocan te pones chévere y ya estás lista para la fiesta en el rancho. No es así. Hay que ponerle ganas, hay que ponerle inventiva, imaginación. Por suerte, tengo la fortuna de estar con un hombre que amo un montón y es guapísimo, por lo que no necesito mucho. Así y todo, soy de las que precisan de la previa para empezar. [Risas]. Me parece importante que las parejas que están desde hace mucho tiempo casadas, con una rutina establecida, le den lugar a la previa: con Ova nos organizamos para ir cada tanto a tomar una cervecita, ver un atardecer, caminar juntos. La idea es encender la llama para ese encuentro, donde ninguno de los dos hable del trabajo o de cuestiones de la casa. Y sí, el chip aumenta la frecuencia, pero también porque una está más estable. Creo que nunca hay que dejar de ponerle garra; el chip sexual no es una pastilla mágica, pero ayuda.

-¿Lo recomendarías?

-Lo recomiendo siempre pensando que todo está dentro de nosotros, en nuestra cabeza. No existe la magia, la magia la haces tú. Yo siento que físicamente esto hace muy bien, si eres una persona que hace ejercicio, es bueno. Yo hago mi parte, me esfuerzo y me mato haciendo gimnasia y si mi marido me invita a salir y estoy cansada, salgo igual, me baño, me visto y salgo. Quiero estar activa como Mirtha. [Risas]. No me dejo vencer por el cansancio ni el desánimo. Y trato, además, de trabajar la espiritualidad porque creo que somos un todo, somos lo que comemos, cómo nos movemos y alimentamos nuestro espíritu. Este chip y los aparatos de centros de estética son una ayuda más. Pero de nada sirve si vas a una máquina que te activa el colágeno y después estás echada todo el día comiendo facturas.Esto es un ingrediente más para tener una vida sana y con goce porque todos queremos llegar a la edad adulta disfrutando de la vida.

«Al poco tiempo de empezar con los pellets Ova ya me vio mucho mejor en cuestiones de ánimo, de energía, de todo. Y él también quiso probar -cuenta Cathy entusiasmada-. Ahora los dos estamos contentos porque tenemos una vida más plena, sin tantos traumas».

TODO LO QUE HAY QUE SABER SOBRE EL CHIP

Qué es: «Más que chip es un pellet, un dispositivo del tamaño de un grano de arroz, que tiene testosterona, estrógeno y otros componentes. Se coloca con un aplicador en cinco minutos. Va debajo de la piel, en la zona de la cintura, y empieza a liberar hormonas. Lo importante es que el tratamiento es un reemplazo hormonal y se recurre a ello cuando a un hombre o una mujer le faltan hormonas, testosterona o estrógeno. En la mujer suele suceder durante la menopausia, por lo que el tratamiento va a mejorar su sequedad vaginal, los sofocos, los riesgos de diabetes y los problemas coronarios, uno de los mayores riesgos de esta etapa. Pero ojo que no es para cualquiera; antes hay que hacerse estudios». Cada cuánto se cambia: «Con Cathy utilizo genes con estrógeno y testosterona y dura aproximadamente seis meses; si en cambio se trata de un pellet sólo de testosterona; son cuatro meses. Siempre previo control y estudios médicos».

Contraindicaciones: «La mujer no tiene que haber tenido ningún cáncer ginecológico, como cáncer de mamá o de útero, ya que está contraindicado. El sobrepeso también es un factor de riesgo. Si tienen más de diez kilos de sobrepeso, no es recomendable hacerlo porque la grasa abdominal convierte la hormona estrógeno en uno más peligroso que se llama estrona y es potencialmente cancerígeno. Como esto es un plan de calidad de vida, se necesita que la persona que quiera hacer el tratamiento tenga un peso saludable y siga una dieta equilibrada».
Su costo: «Un pellet sólo de testosterona vale alrededor de 200 dólares. El pellet completo con estrógeno, testosterona, y progesterona, alrededor de 700 dólares».

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