No fue “un bikini a lunares, amarillo”, pero sí “diminuto”, el que lució Vanesa Mansilla (32), la esposa de Carlitos Tevez (32) en las calurosas playas de Miami. Y, la verdad, dio que hablar.
La presencia del ídolo xeneize híper-tatuado, con gafas Dolce & Gabbana, desparramó onda en las arenas invadidas por turistas de todo el mundo. Apenas el Apache se enteró de que no iba a estar en la lista de la Selección argentina que disputará la Copa América Centenario en los Estados Unidos desde el 3 de junio, puso proa rumbo al mar, muy bien acompañado por su mujer y sus hijos –Florencia (9), Katie (6) y Lito (2).
Más allá de algún período en el que estuvieron separados, la pareja se mantiene unida por el amor desde hace ya casi catorce años. Por eso se los vio disfrutando sabrosos jugos de frutas y más que románticos besos, caricias y mimos. Como no podía ser de otra manera, genio y figura, Charlie, a la hora de ayudar con el bronceador, eligió sus zonas preferidas.
Frente al mar, papá y mamá jugaron y no pararon de divertirse con sus niñas hasta que llegó el clásico chapuzón familiar final, mientras el pequeño Lito dormía una reparadora siesta en el lujoso complejo Faena Hotel Miami Beach, propiedad del famoso Alan, a quien se vio dándole la bienvenida al clan, y hasta compartiendo una tarde con ellos.
Post relax, Carlitos regresará a los entrenamientos con Boca, con el objetivo máximo de conquistar la ansiada séptima Copa Libertadores de América. Para llegar a la final deberá sortear a Independiente del Valle, primero en Ecuador y luego en la Bombonera. “El objetivo es duro, pero no imposible”, comentan en el mundo xeneize, con la fe renovada. Lo concreto es que hoy su máximo ídolo en actividad reposa para, dentro de poco, poder darle envión a una esperanza.
Fuente: Gente Por Miguel Braillard. Fotos: Luis Fernández