Nicolás Cabré, Gimena Accardi y Flor Vigna son los protagonistas de Mi hermano es un clon, la nueva ficción que preparan El Trece y Pol-ka para el prime time y que también contará con Andrea Bonelli, Luis Machín y Fabián Vena como principales actores.
María Onetto, Julieta Nair Calvo, Tomás Fonzi, Marcelo De Bellis, Darío Lopilato, Benjamín Amadeo, Benjamín Alfonso, Benjamín Rojas, Facundo Espinosa, Pilar Gamboa, Bárbara Lombardo, Miriam Odorico, Maida Andrenacci, Cristian Sancho y Fernanda Mitelli completan el elenco de la comedia romántica que está escrita por Marcelo Nacci y Laura Barneix y que está dirigida por Martín Sabán y Rodolfo Antúnez.
Ya comenzaron las grabaciones que tienen dos locaciones: una en los Estudio Pampa y la unidad de exteriores, que se distribuye entre Martínez, Don Torcuato y Pilar. Los actores compartieron en las redes sociales fotos del backstage en las que se deja ver la buena onda que hay en el elenco.
Sinopsis de Mi hermano es un clon
La vida de Renzo (Cabré) está -literalmente- atravesada por la ciencia. Fue concebido por la técnica de fecundación in vitro gracias a la intervención de su abuelo Alejandro Figueroa, notable científico (experto además en clonación) que pudo cumplirle a su amada hija Marcela (Bonelli) el deseo de ser madre. Pero durante el procedimiento médico, el investigador ocultó un detalle esencial: separó parte del material genético del embrión con miras a desarrollar, por primera vez, un clon humano. El experimento rindió sus frutos: así nació Mateo (Cabré), «gemelo artificial» de Renzo.
Figueroa necesitó guardar bajo siete llaves el secreto de la existencia del clon y decidió entregarlo en guarda a Elena (Onetto), asistente en su laboratorio y también amante del científico. La mujer lo crió como si fuera su propio hijo.
Mientras Renzo -un muchacho extremadamente inteligente y racional, inmutable ante las emociones- creció en el seno de una familia de buen pasar económico (estimulado gracias a una excelente educación) Mateo -joven sensible, de gran corazón pero «con pocas luces»– lo hizo en un hogar humilde, con pocas posibilidades de progreso pero rodeado de mucho amor. Ambos desconocen la existencia del otro.
Casi treinta años después, y ante la inminencia de su muerte, el ya anciano Figueroa le revelará a su nieto toda la verdad. Azorado, Renzo buscará por cielo y tierra a su «doble»: su intención no es conocerlo sino eliminarlo, ya que este «hermano» puede generarle complicaciones a la hora de heredar la fortuna familiar.
En su derrotero -que incluye hasta un accidente, del cual es rescatado por Ámbar (Vigna), una bella enfermera- se cruzará con parte del entorno del clon y todos lo confundirán con él. Lo propio sucederá con Mateo – que trabaja como cadete en la comisaría que comanda Santillán (Machín) – quien se infiltrará en la casa de Renzo y conocerá a su conflictivo grupo familiar, entre ellos a Lara (Accardi), la novia y a Camilo (Fonzi), un primo muy interesado en el dinero. Este cruce de identidades generará un sinnúmero de enredos.
A lo largo de la historia, Renzo comenzará a dejar de lado su actitud fría y distante para dejar paso a una mayor sensibilidad; mientras que Mateo descubrirá que no es tan tonto como le hicieron creer. En este proceso, ambos terminarán cambiándole la vida a todos los que los rodean.