Las películas animadas, conllevan un proceso bastante costoso y un tanto díficil. Si aún hoy con tanta tecnología lo es, imagínense en los años 20 cuando cada escena era dibujada a mano.
Para poder acelerar el proceso se necesitaban trucos y fue así que empezaron a dibujar a los personajes sin detalles excesivos: con cabezas y ojos grandes, con piernas y brazos delgados y largos y con las manos con cuatro dedos. ¡Pero surgió un problema!
Como los filmes eran en blanco y negro, muchas veces no se distinguían las manos y las piernas del personaje de su cuerpo negro, por lo que se necesitaba buscar un contraste de color.
Una innovación sencilla permitió resolver este problema, los guantes blancos para distinguir las manos y el uso de calzado para sus pies.
Luego Walt Disney aceptó en su biografía: «No queríamos que Mickey Mouse tuviera patitas de ratón, tenía que parecer más a un humano. Por eso le pusimos guantes».
De hecho, el truco con guantes resultó tan exitoso que lo empezó a usar incluso la competencia de Disney. Se puede ver este accesorio en personajes de Universal Pictures y Warner Brothers, como el Pájaro Loco y Bugs Bunny.