Un estudio publicado en la revista Science Advances estableció que la radiación de la Luna es 200 veces mayor que en la superficie de la Tierra y entre dos y tres veces mayor que la que hay en la ISS (Estación Espacial Internacional), según las mediciones realizadas por el módulo lunar de China Chang’e 4 en el lado opuesto del satélite en enero de 2019.
Esta información llega mientras Estados Unidos se prepara para volver a mandar a seres humanos a la luna durante los próximos diez años, donde los astronautas enfrentan a la radiación que puede provocar graves efectos en la salud desde enfermedades degenerativas hasta cáncer, de acuerdo con AFP.
Las mediciones se realizaron con un LND, un instrumento desarrollado por la Universidad de Kiel (Alemania), que permite establecer los efectos de la radiación. Los resultados arrojaron una dosis equivalente a 60 microsieverts por hora, una dosis alta en comparación con un vuelo de larga distancia donde se registran de 5 a 10 veces menor, según un comunicado de la propia institución académica.
«Los niveles de radiación que medimos en la Luna son aproximadamente 200 veces más altos que en la superficie de la Tierra y de 5 a 10 veces más altos que en un vuelo de Nueva York a Frankfurt (…) no estamos realmente hechos para soportar la radiación espacial», dijo Robert Wimmer-Schweingruber, profesor de física de dicha universidad y el autor correspondiente del estudio que publicado este viernes.
La radiación, energía que se emite por medio de partículas electromagnéticas, afecta de manera considerable a los astronautas durante las misiones lunares cuando experimentan una dosis diaria que equivale a 1,369 microsieverts. Esto incluye también a los rayos X, rayos cósmicos galácticos e interacciones entre distintas partículas con la radiación espacial, el suelo lunar y partículas solares, precisó CNN.
La NASA describe a la radiación como el peligro “más amenazador” que los astronautas experimentan en los vuelos espaciales. La agencia precisó que una misión a Marte probablemente tomaría de dos a tres años en la que habría efectos de radiación mucho más severos, por lo que ya está tomando precauciones respecto a los vehículos que se utilizarán e incluso hay investigaciones en marcha sobre posibles soluciones farmaceúticas para salvaguardar la salud de los astronautas.
Con la misión lunar Artemisa en el horizonte, que incluirá a la primera mujer que caminará sobre la Luna en 2024, se pretende que los astronautas elegidos realicen por lo menos dos caminatas lunares y permanezcan una semana en la superficie del satélite.
El científico Wimmer-Schweingruber aclara que una solución contundente que permita cuidar la salud de los astronautas y que las exploraciones duren hasta tres meses se puede encontrar en la construcción de hábitats recubiertos con 30 pulgadas (80 centímetros) de grosor para que puedan proteger de la radiación a los seres humanos.