El ciudadano argentino-israelí Adrián Marcelo Podsmeser, murió junto con otros dos civiles que fueron baleados este domingo en el cruce fronterizo entre Cisjordania y Jordania, informaron autoridades de Israel, en lo que parece ser un ataque relacionado con la guerra de Gaza que estalló hace 11 meses.
El ejército de Israel señaló que un hombre armado se acercó al cruce del puente Allenby desde el lado jordano en un camión y abrió fuego contra las fuerzas de seguridad israelíes, que mataron al agresor en un tiroteo. Las tres personas muertas eran civiles israelíes. El servicio de rescate israelí Magen David Adom indicó que los tres hombres muertos tenían unos 50 años.
Jordania investiga el tiroteo, publicó su agencia estatal de noticias Petra. Este país árabe aliado de Occidente firmó la paz con Israel en 1994, pero es un duro crítico de su política hacia los palestinos. Jordania tiene una gran población palestina y ha sido escenario de protestas masivas contra Israel por la guerra de Gaza.
El paso de Allenby sobre el río Jordán, también conocido como puente Rey Hussein, es utilizado principalmente por israelíes, palestinos y turistas internacionales, al igual que para el cruce fronterizo de carga. En ese punto se han registrado muy pocos incidentes a lo largo de los años, pero en 2014 guardias de seguridad israelíes mataron a tiros a un juez jordano que, dijeron, los había atacado.
Las autoridades de Israel y Jordania señalaron que el paso fue cerrado hasta nuevo aviso, e Israel anunció posteriormente el cierre de sus dos cruces fronterizos terrestres con Jordania, cerca de Beit Shean, en el norte, y de Eilat, en el sur.
El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu condenó el ataque y lo relacionó con el conflicto más amplio de Israel con Irán y los grupos milicianos aliados, incluidos Hamás en Gaza y Hezbollah en Líbano.
Cisjordania, ocupada por Israel, registró un aumento de hechos violentos desde que el ataque de Hamás desde Gaza el 7 de octubre desencadenó la guerra en la zona. Israel ha lanzado incursiones militares de detención casi diarias en densas zonas residenciales palestinas, y también se ha producido un incremento de la violencia de los colonos y de los ataques palestinos contra israelíes.
Mientras tanto, en Gaza, un ataque aéreo israelí mató a primera hora del domingo a cinco personas, entre ellas dos mujeres, dos niños y un alto funcionario de la Defensa Civil, el personal de primera intervención del gobierno de Hamás. La Defensa Civil afirmó que el ataque tuvo como objetivo la casa de su subdirector para el norte de Gaza, Mohammed Morsi, en el campamento de refugiados urbano de Jabaliya. El ejército israelí no hizo comentarios. El ejército sostiene que trata de evitar dañar a los civiles y que sólo ataca a los milicianos.
El Ministerio de Salud de Gaza indicó que más de 40.000 palestinos murieron en Gaza desde que estalló la guerra hace 11 meses. No especifica cuántos eran combatientes y cuántos civiles. La guerra causó una enorme destrucción y desplazó a cerca del 90% de los 2,3 millones de habitantes de Gaza, a menudo varias veces.
Los terroristas de Hamas mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, en el ataque del 7 de octubre contra Israel. Secuestraron a otras 250 y siguen reteniendo a un centenar de ellas tras liberar a la mayoría del resto a cambio de palestinos encarcelados por Israel durante un alto el fuego de una semana el pasado noviembre. Se cree que alrededor de un tercio de los rehenes que quedan en Gaza han muerto.
Estados Unidos, Qatar y Egipto han pasado meses intentando negociar un alto el fuego y el regreso de los rehenes, pero las negociaciones se han estancado repetidamente.