Se trata de la única playa nudista oficial de México, un paraíso para los que anhelan pasar unos días de descanso y de relajación sin tener que dar explicaciones ni recibir comentarios hirientes de quienes no comulgan con este tipo de costumbres.
Pero, ¿por qué razón está asociado con la muerte? ¿Cómo algo que resulta tan bello, que inspira tranquilidad y la posibilidad de disfrutar en un lugar casi soñado está relacionado con un inminente peligro si no se toman las precauciones necesarias?
Zipolite, así es como se denomina esta playa, se ubica en el municipio de San Pedro Pochutla en la costa sur del estado de Oaxaca en México.
En 1970, un grupo de hippies fueron los primeros que se interesaron por este sitio con la excusa de encontrar un lugar para presenciar un eclipse. ¿Qué sabía este grupo de personas acerca de este lugar? ¿Qué fue lo que los cautivó para quedarse en estas playas? ¿Se habrán imaginado que se harían conocidas varios años después por una razón que nada tenía que ver con el propósito que andaban buscando? ¿Habrán visto el eclipse? ¿Tomaron fotografías? ¿Serían aficionados al nudismo?
Probablemente estas preguntas queden sin responderse o, tal vez, algunos de los asiduos concurrentes a esta playa nudista guarde alguno de esos secretos.
Ideal para ver la puesta del sol
Más allá del placer que deben sentir aquellos hombres y aquellas mujeres que no conciben la playa de otra manera que no sea estando como Dios los trajo al mundo sin interesarse por otros cuerpos que no sean el suyo, como muchos nudistas suelen afirmarlo, en este sitio predominan los viajes en barco donde se puede hacer snorkel y quienes tienen su día de suerte pueden observar tortugas, delfines y hasta alguna ballena cerca de Baja California.
“En Zipolite nadie está obligado a nada y es perfectamente posible pasar desapercibido si se quiere. Un ligero aspaviento aleja para siempre a los vendedores y nadie se espanta de ver a alguien vestido: se puede nadar desnudo o con traje de luces, da igual. La también llamada “playa de los muertos” es definitivamente un lugar para jóvenes o para cincuentones trasnochados. O para amantes del surfing”, describe el sitio travesiasdigital.com.
Algunos sitios de turismo ofrecen el lugar como una oportunidad de consentirse en el spa del club de playa, de disfrutar la deliciosa comida con un una copa de vino en un restaurante de categoría, contemplar la puesta del sol en la costa del Pacífico de Punta Cometa y la posibilidad de probar cosméticos orgánicos y naturales. Todo parece hermoso, el lugar de los sueños, el destino encantado, Disney. Pero…hay otro interés en Zipolite
“Piensas en Zipolite y luego en la mentalidad nudista, y la verdad sí, es la playa del amor. Hay personas que van desnudas por toda la playa, pero cada quien en su onda, nadie se mete con nadie, y poder estar de noche y escuchar el mar es increíble”, evidencia uno de los tantos mensajes que los visitantes dejan en la página de Tripadvisor en enero de este año.
“La playa es preciosa, la arena dorada y suave. Los amaneceres y los atardeceres son mágicos. Lo más increíble es la experiencia de la desnudez. Poder cambiar desnudo sin preocupación es algo mágico en un país tan conservador como México”, relató una mujer al mismo sitio. Sin embargo…
“Playa de los muertos”
Hasta acá, ciertamente, se trata de un paraíso. Sin embargo, no todo es lo que parece. De hecho, quienes promueven este sitio para pasar unos descontracturados días de vacaciones eligen no contar el peligro al que se pueden enfrentar estos turistas.
Cualquier reminiscencia con la película La Playa, en la que Leonardo DiCaprio interpreta a un joven que cansado de los lujos de la vida occidental viaja a Tailandia para vivir emociones fuertes que terminan transformándose en mucho más que eso, es pura casualidad. Sin embargo, lo peligroso que puede tornarse este lugar puede ser tan real como lo que se ve en el film.
Fuera de ficciones, lo que ocurre en Zipolite es real. Incluso, desde el origen del nombre de esta playa, que traducido del zapoteco significa “playa de los muertos”, es posible tomar conciencia de los recaudos que deben tomar quienes, especialmente, se suelen meter al mar. Al parecer, sus poderosas corrientes provocaron un gran número de ahogamientos.
La razón por la cual se producen estos oleajes salvajes se debe a la altura y a la potencia de las olas. Aproximadamente entre 90 y 100 turistas por año son rescatados por los guardavidas. Son los que tienen mejor suerte y pueden contar la historia. ¿Valdrá la pena arriesgarse a tanto con tal de pasar unas horas desnudos? Guiados por la emoción, muy pocos parecen conscientes de lo peligroso que puede tornarse esta experiencia.
De hecho, es muy común que los portales mexicanos rindan cuenta, casi todos los fines de semana, de los diferentes sucesos trágicos que ocurren en esta playa pese a que a en la zona hay guardavidas y banderas que describen los diversos niveles de peligro del mar. Un destino ideal para los amantes de la playa, y el nudismo, pero desafortunado para aquellos turistas que deseen visitarlo sin tomar las precauciones necesarias para no tener ningún disgusto durante sus vacaciones.
Alejandro Gorenstein