Elon Musk, SpaceX y Tesla fueron demandados por 258.000 millones de dólares por las afirmaciones de que son parte de un esquema delictivo para respaldar la criptomoneda Dogecoin.
Keith Johnson, “un ciudadano estadounidense que fue defraudado por el esquema de cripto pirámide Dogecoin de los acusados”, demandó a Musk y sus compañías, alegando que constituyen una empresa ilegal para inflar el precio de Dogecoin.
“Los demandados afirman falsa y engañosamente que Dogecoin es una inversión legítima cuando no tiene ningún valor”, dijo Johnson en su demanda, presentada el jueves en el tribunal federal de Manhattan.
Johnson busca representar a una agrupación de personas que han perdido dinero comerciando con Dogecoin desde abril de 2019. Está pidiendo 86 mil millones de dólares en daños y perjuicios, más daños triples de 172 mil millones de dólares, así como una orden que bloquee a Musk y a las compañías de promover Dogecoin, y que declare que el comercio de Dogecoin constituye un juego bajo la ley de Estados Unidos y Nueva York.
Musk no respondió de inmediato a los correos electrónicos en busca de comentarios sobre la demanda. Los representantes de SpaceX y Tesla, y el asesor legal de Tesla, tampoco respondieron a las consultsa.
Dogecoin cotizaba el jueves a unos 5 centavos de dólar y ha bajado un 67% este año. El año pasado llegó a subir hasta 74 centavos antes de ceder esas ganancias.
El caso es Johnson v. Musk, 22-cv-05037, Tribunal de Distrito de EE.UU., Distrito Sur de Nueva York (Manhattan).
Aunque el dogecoin tomó su inspiración en 2013 del famoso meme de Internet ‘Doge’, los usuarios se han tomado la criptomoneda en serio, especialmente tras mensajes en Twitter de Musk. Rápidamente, su circulación creció exponencialmente, lo que ha hecho que algunas empresas empiecen a aceptar esta criptomoneda como medio de pago. Precisamente ese fue el caso de Tesla, que anunció a inicios de año que permitiría a sus clientes comprar algunos artículos de su tienda pagando con esa divisa.
A mediados de 2021, Jackson Palmer, creador de la criptomoneda Dogecoin, reapareció con el único propósito de aclara que este modelo económico “es un fraude”.
El ingeniero de software, quien creó junto a un compañero el Dogecoin como una especie de broma en 2013, había abandonado las redes sociales tras eliminar su canal de YouTube y hacer privada su cuenta de Twitter en 2019. Desde entonces no se había pronunciado ni siquiera por el reciente éxito de su moneda digital, pero finalmente hizo presencia en redes el pasado miércoles tras publicar un extenso hilo en Twitter explicando por qué no piensa regresar al mercado digital. “Después de estudiarlo por varios años, creo que es una tecnología hipercapitalista inherentemente de derecha”, afirmó el australiano.
“Es como tomar las peores partes del sistema capitalista y usar software para limitar técnicamente las intervenciones que sirven como protecciones o redes de seguridad para la persona promedio”, agregó. El ingeniero también aprovechó para quejarse de ciertas personalidades de internet quienes, según él, están vendiendo “la falsa idea de un día ser un billonario como ellos” y no permiten una discusión apropiada frente al tema.
Las críticas de Palmer hacia personalidades como Elon Musk no son algo nuevo: hace unos meses tras la aparición del multimillonario en el show SNL lo clasificó de “estafador ensimismado”.
A lo largo del hilo, el australiano explicó todos los puntos que encuentra negativos tanto de las criptomonedas como de las comunidades que han surgido a partir de estas, las cuales considera similares a un culto con la mentalidad de “hacerse rico rápidamente”.
Finalmente, el ingeniero aclaró que no volverá a tocar el tema y que, a pesar de todo, piensa que las nuevas tecnologías pueden “hacer del mundo un lugar mejor”, pero únicamente si se tienen en cuenta sus consecuencias políticas y sociales.
Dogecoin tiene como protagonista al perro Shiba Inu cuya imagen era furor en las redes en 2013, momento de creación del Token. Casi desde el principio, Dogecoin atrajo a personas a las que les gustaba la idea de las criptomonedas pero querían burlarse de Bitcoin. Un público adicto que estaba en parte fascinado por el fenómeno de las criptomonedas pero que, al mismo tiempo, estaba dispuesto a reírse de él. Pero con mensajes como el de Musk, muchos pequeños inversores se acercaron confiados en el respaldo del empresario.
(Con información de Bloomberg)