Cohetes lanzados desde el Líbano impactaron en varias edificaciones del norte de Israel, informaron fuentes locales. El grupo Hezbollah fue identificado como responsable de los ataques que afectaron a las ciudades de Deir al-Asad y Karmiel.
Tres personas sufrieron heridas leves y otras diez fueron atendidas por crisis de ansiedad, según los servicios de emergencia. La Cúpula de Hierro interceptó varios de los proyectiles dirigidos hacia la región.
En respuesta, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) llevaron a cabo un ataque aéreo sobre una mezquita en Bint Jbeil, al sur del Líbano, señalando que el lugar se utilizaba como centro de mando por Hezbollah para planificar acciones contra Israel. «El centro de mando estaba siendo utilizado por terroristas de Hezbollah para ejecutar ataques contra el Ejército y el Estado de Israel», indicaron las FDI en un comunicado oficial.
Antes del ataque, las FDI informaron haber notificado a los residentes locales y a los líderes comunitarios sobre la presencia de Hezbollah en la zona, subrayando su esfuerzo por minimizar daños a civiles e infraestructuras no militares.
“Israel está haciendo todo lo posible para evitar daños colaterales, a diferencia de Hezbollah, que usa mezquitas y hospitales para sus operaciones terroristas”, declaró un portavoz militar israelí.
El ejército israelí reitera su compromiso de evitar ataques contra infraestructuras civiles, mientras se centra en desmantelar la capacidad operativa de Hezbollah y proteger a la población israelí.
