El mar aumenta en el mundo: las regiones de Argentina que están en riesgo

Advirtieron que los océanos están subiendo más rápido y más alto que nunca. Qué zonas están amenazadas según los grados que puede aumentar la temperatura global, de acuerdo con proyecciones hechas por expertos
El 25 de septiembre líderes mundiales y expertos se encontrarán para tratar las consecuencias de la suba del nivel del mar

El nivel global del mar alcanzó un nuevo máximo el año pasado, desde el inicio de las mediciones altimétricas por satélite en 1993, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Argentina se encuentra entre los países con territorios costeros que podrían enfrentar graves consecuencias debido a la subida del nivel del mar. Entre esas zonas se encuentran la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano, que junto con otros 40 municipios conforman el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Se estima que uno de cada diez habitantes del planeta vive cerca del mar. “Los habitantes de zonas costeras en países densamente poblados como Bangladesh, China, India, Países Bajos y Pakistán estarán en peligro y podrían sufrir inundaciones catastróficas. También corren riesgo grandes ciudades costeras en todos los continentes, como Bangkok, Buenos Aires, Lagos, Londres, Bombay, Nueva York y Shanghái”, advirtió la ONU.

La Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano, que forman el AMBA, ya figuran en la lista de los 20 grandes centros urbanos del mundo con mayor riesgo de sufrir inundaciones si la temperatura promedio del planeta aumenta 3 grados, según un estudio de científicos de Climate Central de Estados Unidos. En este ranking también aparecen ciudades como Nueva York (Estados Unidos) y Tokio (Japón).

Incluso si la temperatura global aumenta solo 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, alrededor de 1,1 millones de habitantes de Buenos Aires (aproximadamente el 9% de la población del AMBA, según datos de 2010) vivirán en tierras que se prevé quedarán por debajo del nivel del mar, según Benjamin Strauss, director general y científico jefe de Climate Central. En un estudio publicado en 2021 en la revista Environmental Research Letters, Strauss presentó visualizaciones que muestran posibles escenarios futuros.

Si se cumple esta proyección, el agua del Río de la Plata podría avanzar sobre áreas costeras de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como Palermo, Belgrano, Núñez, Puerto Madero y la Reserva Ecológica Costanera Sur. Asimismo, zonas desde el partido de Berazategui hasta Avellaneda podrían inundarse.

Por otro lado, “si las temperaturas aumentaran 3 grados, el nivel del mar se elevaría sobre las tierras que actualmente albergan a 2,4 millones de residentes”, añadió.

Otras regiones del país también serían afectadas. Con un aumento de la temperatura global de 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, el agua podría subir en el este de la provincia de Santa Fe y en el oeste de la provincia de Entre Ríos, afectando islas situadas en el Río Paraná, desde Santa Fe y Paraná hacia el sur.

En el caso del Río Uruguay, algunas ciudades como Colón y Concepción del Uruguay, así como las islas de la desembocadura, son especialmente vulnerables, particularmente si la temperatura alcanza los 4 grados.

Además, podrían inundarse áreas desde el partido de Magdalena hacia el sur, alcanzando localidades como Mar de las Pampas y Mar Chiquita en la provincia de Buenos Aires. Este avance incluiría a localidades como Castelli y Dolores si la temperatura global aumenta hasta 4 grados.

Con un aumento de solo 1,5 grados, islas frente a Bahía Blanca, en Buenos Aires, podrían verse afectadas. Sin embargo, si la temperatura sube a 4 grados, áreas desde la ciudad de Necochea hasta el sur de la provincia de Buenos Aires, en Carmen de Patagones, podrían inundarse.

En la provincia de Río Negro, zonas como Bahía Creek y San Antonio Oeste, en la costa atlántica, también enfrentarían inundaciones si la temperatura alcanza los 4 grados.

La climatóloga Inés Camilloni, investigadora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA), dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires y el CONICET, señaló que estos resultados son proyecciones basadas en un estudio publicado en 2021. “No se puede considerar un pronóstico, sino una proyección. Por eso es tan importante el reporte especial sobre Cambio Climático y Ciudades que está preparando el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), que proporcionará información actualizada”, explicó Camilloni, quien fue elegida vicepresidenta del Grupo de Trabajo I del IPCC el año pasado.

Recientemente, el Secretario General de la ONU, António Guterres, visitó las naciones del Océano Pacífico, como Tonga y Samoa, donde se reunió con comunidades locales para intercambiar información sobre el aumento del nivel del mar.

El próximo 25 de septiembre, líderes mundiales y expertos se reunirán en la sede de la ONU en Nueva York para debatir cómo enfrentar esta amenaza.

Se calcula que los océanos han subido entre 20 y 23 centímetros desde 1880 hasta la actualidad, y la OMM confirmó que en 2023 el nivel medio del mar en todo el mundo alcanzó un máximo histórico.

Lo más preocupante es que la tasa de incremento en la última década es más del doble de la registrada en la primera década de mediciones por satélite, de 1993 a 2002.

¿Cuáles son las causas del aumento del nivel del mar?

El incremento del nivel del mar es consecuencia del calentamiento de los océanos y del deshielo de glaciares y capas de hielo, fenómenos directamente vinculados al cambio climático inducido por actividades humanas.

Según Naciones Unidas, si el calentamiento global se limita a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales para fin de siglo, el planeta aún experimentará un considerable aumento del nivel del mar, objetivo acordado por los países en el Acuerdo de París de 2015.

Las inundaciones de agua salada pueden dañar hábitats costeros, incluidos arrecifes de coral y poblaciones de peces, así como tierras agrícolas e infraestructuras, como viviendas, y afectar la capacidad de las comunidades costeras para mantener sus medios de vida.

Además, estas inundaciones pueden contaminar los suministros de agua dulce, propagar enfermedades transmitidas por el agua, poner en peligro la salud de las personas y provocar estrés y problemas de salud mental.

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