CARACAS.- “Garantías, salvoconductos e incentivos”: es la oferta que la líder opositora venezolana María Corina Machado pone sobre la mesa al presidente Nicolás Maduro para una “transición negociada” del poder, en medio de su denuncia de fraude y certeza de la victoria de la oposición en las elecciones del 28 de julio pasado.
Desde la clandestinidad, a la que pasó desde la semana pasada por temor a su vida, Machado respondió por notas de voz a un cuestionario enviado por la AFP a través de su equipo. La líder opositora habló de una “negociación para la transición democrática”, que “incluye garantías, salvoconductos e incentivos para las partes involucradas, en este caso el régimen que fue derrotado en esa elección presidencial”.
“Estamos decididos a avanzar en una negociación”, insistió la dirigente de 56 años, que fue inhabilitada por el chavismo para competir en los comicios que tuvieron como candidato opositor a Edmundo González Urrutia. “Será un proceso de transición complejo, delicado, en el cual vamos a unir a toda la nación”, añadió.
“Maduro perdió completamente, absolutamente, la legitimidad”, señaló Machado. “Todos los venezolanos y el mundo sabemos que Edmundo González Urrutia ganó de manera arrolladora y que Maduro pretende imponer el fraude más grande de la historia de este país. Pero no lo va a lograr”, desafió.
Yo me siento profundamente orgullosa de lo que hemos hecho, de lo que ha hecho la sociedad venezolana, superando todos los obstáculos en la elección más desigual y arbitraria en cuanto a los abusos y atropellos del régimen”, dijo la líder opositora.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), manejado por el chavismo, proclamó vencedor a Maduro con 51,95% de los votos frente a 43,18% de González, aunque no publicó el detalle del escrutinio al alegar su sistema fue jaqueado.
La oposición asegura que su candidato ganó la elección con el 67% de los votos y presenta como prueba un sitio web con copias de más del 80% de las actas escaneadas. El chavismo lo desestima y dice que es forjado. El presidente pidió al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que “certifique” los comicios, un proceso que la oposición y académicos consideran improcedente.
“Soberanía popular”
Machado asumió el liderazgo de la oposición mayoritaria cuando en octubre pasado arrasó en las primarias para enfrentar a Maduro. Pero una inhabilitación política le impidió participar. González, un diplomático de 74 años desconocido hasta ese momento, fue inscripto in extremis entre obstáculos a otras opciones.
“Somos un equipo, un bloque indisoluble”, sostuvo Machado, que fue el cerebro y la cara de la campaña opositora.
González lleva más de una semana sin aparecer en público, pero no dijo si está en la clandestinidad. “Está trabajando durísimo todos los minutos del día en lograr mayores respaldos y avanzar en los procesos dentro y fuera del país necesarios para hacer valer su su elección como presidente”, asegura Machado.
La reelección de Maduro fue desconocida por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina, entre ellos la Argentina. Brasil, Colombia y México, con gobiernos de izquierda y que impulsan un acuerdo entre las partes, insisten en la necesidad de publicar un escrutinio detallado.
“Las fuerzas internacionales son corresponsables de lo que ocurre en Venezuela”, señaló Machado. “Es la hora que todos los gobiernos del mundo eleven su voz en contra de la represión y reconozcan la victoria de Edmundo González Urrutia el 28 de julio, y al mismo tiempo le hagan entender a Maduro que su mejor opción es una transición negociada”.
Anunciado el resultado, estallaron protestas que dejaron por lo menos 24 muertos, según organizaciones de derechos humanos, y más 2200 detenidos, de acuerdo con el propio Maduro, que alistó dos cárceles de máxima seguridad para encerrarlos.
“Todos los venezolanos temimos por nuestra libertad y por nuestra vida, todos. Y estoy indignada con esta reacción brutal del régimen, pero estoy también serena y segura de que vamos a hacer valer la soberanía popular y que la verdad va a prevalecer”, dijo Machado. También desestimó la declaración de “lealtad absoluta” a Maduro del alto mando militar, al asegurar que muchos militares encargados de la custodia de centros de votación apoyaron la recolección de actas para su sitio web.
“A Maduro lo único que le queda en este momento es atrincherarse alrededor de la generación de violencia y miedo, por una parte, y de un grupo muy reducido de militares de alto rango que no representan la aspiración de la inmensa mayoría de nuestras Fuerza Armada Nacional”, sostuvo.
“Estoy absolutamente convencida de que la inmensa mayoría de los ciudadanos militares, así como de los cuerpos policiales, anhelan un cambio a una Venezuela donde exista justicia, oportunidades y libertad”, agregó. “El 10 de enero [de 2025, día de la toma de posesión], Venezuela tendrá en Edmundo González Urrutia su nuevo presidente y su nuevo comandante en jefe”.
Agencia AFP