La población de Miami-Dade no sale de su asombro tras el repentino derrumbe de un edificio de 12 pisos.
Mientras los rescatistas continúan en la búsqueda de sobrevivientes, las imágenes del desplome de la construcción del complejo Champlain Towers de la ciudad de Surfside se replican en las redes sociales y en los portales de todo el mundo. A la espera de que se realice un peritaje y se establezcan las causas y responsabilidades en el hecho, las primeras hipótesis de lo que podría haberlo desencadenado empiezan a circular.
El afectado es un edificio residencial de 12 plantas ubicado en la Avenida Collins 8777, una calle principal de Miami Beach. En total, tiene 130 departamentos, de los cuales colapsaron 55, aunque por ahora se desconoce cuántos estaban ocupados y cuántas personas estaban al momento del colapso de la estructura. En Estados Unidos, cada 40 años, todos los edificios están obligados a realizar un proceso de recertificación. Para ello, deben presentar ante el Estado de la ciudad una serie de documentos que acrediten que el lugar está apto para funcionar.
El complejo Champlain Towers, construido en 1981, estaba precisamente iniciando ese proceso al cumplir 40 años de antigüedad. “Lo que suele ocurrir en la mayoría de los casos, es que el edificio se prepara y hace una serie de arreglos antes de que la ciudad realice una inspección del mantenimiento”, explicaron a LA NACION Yanina Mauro y Walter Rua, dueños de la compañía Red Octopus, que provee servicios integrales de arquitectura en Miami.
“Actualmente, se estaba trabajando en techos y terrazas. Los testigos dicen que había maquinaria pesada y, además, filtraciones en los techos”, revelaron. “Analizando el derrumbe, claramente viene de arriba hacia abajo. Alguien pudo haber tocado algo no debido o algún arreglo estructural en los techos y eso generó una sobrecarga”, remarcó Rua. A su vez, señaló que, en los últimos días, hubo tormentas en la zona y eso podría haber dificultado el panorama.
Según Mauro, el derrumbe podría haber sido consecuencia de “un conjunto de cosas”. “La reparación de la estructura pudo haber causado sobrepeso en la terraza. Había un proceso de arreglo y tal vez no se tomaron las medidas necesarias para que se haga de manera gradual y segura. La responsabilidad pasa por la empresa que trabaja en los arreglos, que generalmente es contratada por el consorcio”, planteó.
En el mismo sentido opinó la arquitecta y broker argentina en Miami, Tina Hyde: “Si estaban en obras por la recertificación del edificio y la estructura no estaba en condiciones, se tendría que haber evacuado el lugar porque se corría un riesgo”. Además, señaló que, al lado de la construcción se había hecho otra en el último tiempo, algo que, quizás “podría haber provocado un movimiento de tierra que contribuyó al hecho de este jueves”.
Entre las especulaciones que se hacen por el momento, otra de las más mencionadas guarda relación con la cercanía del edificio al mar. “Una estructura hecha de hormigón armado de hierro, con el contacto de la sal, pierde la capacidad de resistir a la tracción en la superficie. Puede ser otro factor que haya afectado porque es un edificio considerado viejo”, indicó Hyde.
En declaraciones recientes, el canciller Felipe Solá, desde la sede neoyorquina de Naciones Unidas, se refirió a que el ingreso de agua de mar al edificio en forma subterránea pudo haber sido una posible causa de la tragedia. Fuentes de Cancillería detallaron a LA NACION que la potencial teoría fue informada por autoridades policiales de Miami al consulado de la ciudad. No obstante, hasta ahora no se ha confirmado con certeza cuáles han sido las causas del derrumbe.
Según explicaron los especialistas, el sistema de construcción que se utiliza en Estados Unidos es diferente al de la Argentina. Las estructuras se hacen con un sistema de postensado, que utiliza cables de acero que se colocan entre un ducto para evitar que se adhiera al concreto. “Genera una losa uniforme sin vigas y eso permite que las alturas entre los pisos sean menores, por lo que los edificios suelen tener mayor cantidad de plantas en menor altura”, precisó Rua. Al ser una construcción costera, a su vez, los cimientos son diferentes y el mantenimiento debe ser sostenido y “más dedicado, ya que el agua salada afecta”, según indicó.
Por su parte, el arquitecto Mario Goldman sostuvo que es muy pronto para sacar conclusiones sobre lo sucedido e indicó que su primera impresión es que “apareció en el momento una falla imprevisible en la tierra donde se asienta la mitad del edificio. Podría haber cedido la tierra, no la estructura del edificio, pero hay que esperar los peritajes”, enfatizó.
¿Es evitable un derrumbe?
¿Es posible advertir una falla importante en un edificio antes de que ocurra el derrumbe? Para Hyde, sí. “La estructura avisa. Aparece una deformación, una filtración de agua visible o algo”, planteó. “Esto se pudo haber evitado porque estos accidentes se ven antes, no puede ser que nadie se de cuenta. Considero que hubo negligencia en este caso”, aseveró. En esa línea, Javier Rabinovich, empresario argentino que vive en Miami y fundador de Prive Group, explicó que, para realizar cualquier trabajo de reparación y mantenimiento, el “Biulding Department” de la ciudad “está involucrado y debe inspeccionar regularmente durante el proceso”.
Todos los edificios están regulados por un consorcio que, antes de realizar cualquier modificación en el lugar, debe presentar ante las autoridades locales la documentación correspondiente. “Ellos son los responsables de permitir la entrada y salida de la gente que va a construir o hacer una reparación en el lugar. Últimamente, muchos hacen el ojo al costado y actúan por fuera de la ley”, aseguró Hyde. En ese sentido, contó, que hace un tiempo, otro edificio “muy conocido de la zona” estuvo cerrado porque los propietarios “comenzaron a hacer modificaciones internas en sus departamentos y las unidades tenían muchos portantes que afectaron la estructura”. Al advertir la situación, el Gobierno local lo clausuró.
Para los especialistas, el derrumbe de una parte del complejo Champlain Towers marcará “un antes y un después” en la construcción y planificación urbana del condado. “Estoy segura de que vendrán nuevas regulaciones e inspecciones y que la alcaldesa empezará a pedir más licencias y seguros, sobre todo porque estamos en una ciudad que está constantemente en obra”, planteó Hyde.