La iniciativa está contemplada dentro del Proyecto de Uso Sustentable de la Biodiversidad (USUBI).
La entrega estuvo a cargo de la ministra de Ambiente, María Inés Zigarán; el Coordinador Regional del Proyecto, Nahuel Morandini; y la directora de Planificación Estratégica, Estefanía Sánchez Cuartielles.
El Proyecto USUBI, que inició su aplicación en Jujuy en el 2015, se denomina estrictamente como “Incorporación del uso sostenible de la Biodiversidad en las prácticas de producción de pequeños productores para proteger la Biodiversidad en los bosques de alto valor de conservación en las ecorregiones, Bosque Atlántico, Yungas y Chaco” (USUBI). Y tiene como finalidad concretamente fortalecer los marcos de gestión para el uso sustentable de la biodiversidad, contribuyendo de esta manera a la protección de los bosques de alto valor de conservación en Argentina.
Para dar cumplimiento a este propósito, se constituyó una mesa de trabajo interinstitucional entre el Ministerio de Ambiente de la provincia, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, y el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción de Jujuy.
La provincia recibió además alrededor de $ 4.302.520 pesos argentinos, a través de una Carta Acuerdo celebrada en el 2017, destinados a la ejecución de las distintas acciones tendientes a fortalecer los objetivos y componentes del proyecto: a) manejo sustentable del bosque nativo en áreas de alto valor de la biodiversidad; b) desarrollo de mercados y mecanismos financieros para la sostenibilidad del uso de productos forestales no maderables (PFNM) del bosque nativo; y c) fortalecimiento del marco de gobernanza nacional y provincial para el manejo sustentable de PFNM del bosque nativo a escala paisaje.
En oportunidad de hacer entrega de los kits, María Inés Zigarán puso en relieve que con la implementación del proyecto USUBI se garantizaron impactos favorables en términos sociales, ambientales y productivos, para las comunidades beneficiarias. Dijo también que uno de los productos, particularmente el tomate de árbol conocido como Chilto, ha logrado posicionarse como una alternativa de consumo, además de instalarse en muchos mercados gourmet en nuestra provincia y fuera de ella. “A partir de las sinergias interinstitucionales que se fueron construyendo, también con el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción, y con los municipios que son aliados estratégicos, se pudo fortalecer la experiencia de productores y productoras de Chilto e instalar este fruto dentro del mercado comercial local, darlo a conocer en la población jujeña para que se apropie de él, lo valore y lo consuma”, dijo la funcionaria jujeña.
A propósito del trabajo realizado durante estos años, destacó que “la economía de la biodiversidad es importante en las Yungas y sin dudas puede crecer aún más, fortalecerse y ser un complemento para las comunidades que habitan esa región”. Valoró que este proyecto generó un gran impacto social, dejando dos cooperativas constituidas, favoreciendo el arraigo de las poblaciones de la zona, y desarrollando oportunidades de vida, crecimiento y desarrollo.
Renovó por último el compromiso del Gobierno de Jujuy para seguir acompañando a los productores y las productoras de la región: “hay un sector productivo en desarrollo con el que vamos a seguir trabajando, y continuaremos acompañando la producción de Chilto como parte de una política de estado”, finalizó.
Por su parte, la directora de Planificación Estratégica del Ministerio de Ambiente, Estefanía Sánchez Cuartielles, quien en su momento lideró la participación de la cartera ambiental dentro del proyecto, recordó que el mismo inició en el 2015, cuando el tomate chilto era un producto verdaderamente desconocido en la provincia, y ni siquiera se sabía del potencial que tenía para generar actividad económica en las zonas rurales.
Luego detalló que “con la entrega de estos ocho kits de producción para el cultivo del chilto, terminamos la ejecución de los $ 4.302.520 que preveía la Carta Acuerdo, y empieza el cierre del proyecto, que sin dudas fue un éxito, un grato camino recorrido estos años, lleno de alegrías”. Añadió además que “el chilto y las Yungas jujeñas tienen un gran futuro tanto desde el punto de vista turístico como también productivo que vale la pena acompañar”.
A su turno, Nahuel Morandini, Coordinador Regional del Proyecto USUBI, informó que se está transitando la última etapa del proyecto, que incluyó entre sus ejes estratégicos: la transferencia de experiencias y desarrollos piloto; el fortalecimiento institucional y capacitación; el desarrollo de un sistema de información de biodiversidad; el fortalecimiento y desarrollo de la normativa sobre el uso sustentable de la biodiversidad; el fortalecimiento de las cadenas comerciales y equipamiento.
“Estamos cerrando este proyecto hermoso, muy agradecidos con el Ministerio de Ambiente de la provincia que articuló con nosotros desde el inicio”, dijo el especialista que coordinó la ejecución del proyecto a nivel local. Puso en relieve que “este proyecto viene a trabajar junto a las familias campesinas de las Yungas de Jujuy, buscando fortalecer el cuidado de la biodiversidad a partir del uso sustentable. Nosotros proponemos que la biodiversidad puede ser mantenida y conservada a través de su uso, y este proyecto es un gran ejemplo de ello”, concluyó.
Un largo camino desandado
Desde el Ministerio de Ambiente de la provincia se acompañó el proceso de formalización de dos cooperativas de productores agrícolas, la Cooperativa de Pequeños Productores de las Yungas de Jujuy (CooPYJuy, Ocloyas) y la Cooperativa de Valles de Altura de las Yungas (COVAY, Valle Grande). Además, también, durante el 2017 y 2018 se realizaron consultorías locales a fin de promover el emprendedurismo local.
Esta consultoría estuvo dirigida a los y las productoras de las localidades de Valle Grande, Valle Colorado y Ocloyas. También se sistematizó la información vinculada a los planes de manejo que tiene aprobada la provincia. Igualmente, con la aplicación de la Carta Acuerdo se adquirieron equipamientos semi-industriales para la elaboración de productos alimenticios en la localidad de Ocloyas (CooPYJuy).
Desde la cartera ambiental local se firmó un Convenio con el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción y los municipios de Valle Grande, San Pedro, Libertador Gral. San Martín y San Salvador de Jujuy, a fin de promover y facilitar la comercialización del chilto en esas jurisdicciones. También se promovió una normativa propuesta por el proyecto que permite extender los beneficios de la ley 26331 a productores campesinos y comunidades indígenas de Jujuy. Finalmente, se adquirieron insumos por un valor $1.600.000 para el desarrollo de parcelas en beneficiarios de la ley (8 productores) y de la COOVAY (10 familias). Entre otras varias acciones.