La concejal Mollón del Partido LyDER y Presidente de la Comisión de Ecología y Medio Ambiente realizó un pedido de informe respecto de los centros de producción ladrillera en San Salvador de Jujuy.
“La producción ladrillera es una de las más antiguas que conoce la humanidad, y si bien ha tenido un desarrollo industrial en la producción de lo que son los denominados “ladrillos de máquina” en todas sus variantes, todavía subsisten la prácticas tradicionales, para proveer el ladrillo macizo tan usado en nuestras construcciones.”, recordó.
Según la Edil: “Esta producción se da en casi todos los sectores peri urbanos del territorio nacional, se establecen siempre en la zona de transición entre el campo y la ciudad, como proveedores naturales de la actividad de la construcción. Generalmente están manejadas por pequeños emprendimientos familiares, como economías informales, sin legislación clara que los regule, tanto desde el punto de vista impositivo, como ambiental y laboral.”
“Pedimos regular las ladrilleras, por la tala y la contaminación que producen, la producción ladrillera se nutre principalmente de leña para los hornos, lo que los convierte en grandes predadores de bosques nativos y, en muchos casos, se usa aceite quemado para ayudar a mantener la combustión. Esto, acompañado por la toma de materiales produce daños ambientales que deben ser tenidos en cuenta seriamente, por los pozos que van dejando cuando se agota el material apto, por la contaminación del aire en el proceso de cocción y por la tala indiscriminada de especies en la zona donde se asientan.”, advirtió Mollón.
“En el Municipio de San Salvador de Jujuy, las ladrilleras se encuentran circunscriptas principalmente al oeste de la Ruta 9, desde el Puente Paraguay hasta el acceso a Villa Jardín de Reyes, allí se pueden observar la remoción de tierra y la tala de árboles, en un sector que es netamente boscoso. El riesgo que implica la tala indiscriminada en ese sector, de barrancas, está ampliamente comprobado, guarda el peligro latente de formar aludes de piedra y barro en épocas de lluvias intensas, con el riesgo que implica, para los habitantes de las zonas bajas, en este caso en particular, los barrios Alto Padilla, Los Huaicos y Los Molinos.”, manifestó.
Finalmente la referente de LyDER se refirió al plan de regularización nacional y a la necesidad de contar, localmente, con datos precisos antes de adherir: “Hace muy poco tiempo, desde el gobierno nacional, se instrumentó un plan para regularizar la actividad de este sector, tan importante y tan relegado como actividad de mera subsistencia familiar, siendo que la realidad nos indica que son negocios que mueven grandes sumas de dinero sin el debido registro, ni control. Entonces se cambió la denominación de actividad artesanal por la de “Actividad minera”, ya que se nutre de la tierra y se elaboró lo que se llama “Plan Ladrillero Nacional”. En consecuencia, como Municipio, la actividad ladrillera quedaría regulada desde este plan nacional, pero antes de legislar o adherir, sería conveniente contar con los datos precisos, respecto al alcance de este plan y si las plantas de producción que están dentro de la órbita municipal, están incluidas, registradas o tan siquiera relevadas como tal.”