En el marco de la elección de miembros del Consejo Académico en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu), la Franja Morada presenta una propuesta direccionada a establecer equidad representativa y democratizar el cogobierno en dicha unidad de estudios superiores.
A tal efecto, impulsa las candidaturas de Naanim Micaela Cases, María Silvia Rodas, Ayelen Ivana Cuezzo, María de los Socorros Oñate, Florencia Ocampo y Elida Noelia Choque. En tanto, Mariela García, Celeste Montecino y Silvana Karina Mendoza, son suplentes.
El Consejo Académico se constituye en el órgano de cogobierno de la facultad, respondiendo a uno de los principios centrales de la Reforma Universitaria, que establece que no gobierna sólo el decano, sino también representantes docentes, no docentes, egresados y estudiantes.
Cabe consignar, que entre los días 7 y 8 del corriente se procederá a renovar integrantes del Consejo Académico.
Sobre el particular, Matías Rivera, secretario general de la Regional Jujuy de Franja Morada, indicó que "buscamos transparencia y apertura del Consejo Académico para que todos los estudiantes tengan acceso al mismo" y añadió que "esto implica comunicar todas las resoluciones de este órgano, tales como los concursos docentes, tema de espacial vinculación con nuestros objetivos de transparentación".
Amplió sus conceptos, señalando que "la excelencia académica parte de un docente calificado e idóneo, que desempeña su rol por ser el mejor de un concurso. Por lo tanto, si obviamos este proceso y se avanza en la designación por coincidencias ideológicas o políticas, no estaríamos reivindicando la excelencia".
De este análisis, surge otro objetivo de particular valor democrático para Franja Morada, que es recuperar la discusión, "porque lamentablemente el Consejo Académico de Humanidades tiene 18 votos, de los cuales 13 responden al Decano", enfatizó Rivera, quien aclaró que "somos respetuosos de las mayorías, pero entendemos que debe existir un equilibrio entre la autoridad y el Consejo Académico".
Otro eje de la plataforma electoral de Franja Morada, es equiparar la cantidad de representantes de los estudiantes con la de docentes, que son seis contra nueve. "La dinámica de la facultad está dada por la cantidad de estudiantes, por lo tanto es una franja que necesita de otra proporción en materia de representatividad", fundamentó.
En otro orden Rivera planteó la necesidad imperiosa de instrumentar un sistema de pasantías remuneradas para los estudiantes, que permitan la inserción formal en el mundo laboral, de acuerdo a los conocimientos incorporados en los procesos de formación universitaria. Es por ello, destacó que "la facultad no debe ser sólo un espacio cerrado de circulación de conocimientos, sino que además tiene que establecer vínculos con otras instituciones para resolver los múltiples problemas que aquejan a los estudiantes".
Además, propone terminar con "prácticas inapropiadas" de algunos sectores políticos relacionados con la facultad y que se evidencian en los procedimientos de inscripción y otorgamiento de becas, "aprovechándose de las necesidades de los estudiantes, que a la postre son sometidos a presiones".
Rivera advirtió que la Facultad de Humanidades dispone de una biblioteca con material "sumamente desactualizado" y consideró que para revertir esta situación, la institución debe gestionar acuerdos para hacerse de material bibliográfico de particular valor.
Asimismo, se pronunció a favor una detallada planificación académica, de manera de garantizar la infraestructura para el normal desarrollo de las actividades académicas, antes de crear nuevas carreras. Al respecto, puntualizó que "hay estudiantes que Trabajo Social que están cursando en la Escuela de Minas, mientras otros cursan de pie y todo esto no podemos permitirlo, porque hace a la calidad educativa".
Franja Morada, persigue la implementación de las franjas horarias, un objetivo largamente anhelado por el estudiantado, que permitirá cursar carreras superiores y trabajar simultáneamente, favoreciendo a su vez la terminalidad. "Esto también simplificaría la disposición de espacios e infraestructura", argumentó Rivera.