La medida se lleva a cabo en rechazo al veto presidencial de la Ley de Financiamiento Universitario, aprobada previamente por la Cámara de Diputados.
La toma del Rectorado fue resuelta por estudiantes de las facultades de Humanidades, Ciencias Económicas, Agrarias e Ingeniería, quienes además continuarán con la ocupación de la Facultad de Humanidades, iniciada el miércoles pasado. Bianca Flores, representante estudiantil y vocera de la protesta, afirmó que «la toma se realizará de manera pacífica y durará 24 horas». También señaló que la decisión de sumarse a la toma en otras facultades dependerá de cada agrupación estudiantil, pero el objetivo es que todas las unidades académicas se unan a la movilización.
Acciones previas y continuidad de actividades
La semana anterior, los estudiantes realizaron una marcha en el centro de la ciudad para visibilizar sus reclamos, enfatizando que «la toma es teórica, práctica, técnica, científica y crítica», lo que implica que no interrumpen las actividades académicas, sino que las transforman. Durante las ocupaciones, las clases y parciales se desarrollaron con normalidad, y algunos docentes optaron por dictar clases públicas en apoyo a la causa.
Gremios universitarios convocan a un paro nacional
En paralelo, el Frente Sindical de Universidades Nacionales, que agrupa a los gremios docentes y no docentes, convocó a un paro nacional para el 17 de octubre, en reclamo por la falta de avances en la Ley de Financiamiento Universitario y la crisis salarial en el sector. El plan de lucha se intensificará con una semana de protestas a partir del 21 de octubre.
El Frente exige una negociación salarial que contemple las necesidades específicas de los trabajadores universitarios y rechaza los aumentos salariales impuestos unilateralmente por el Gobierno. En este marco, el martes se llevará a cabo una reunión con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y los Centros de Estudiantes de todo el país, buscando consolidar la unidad del movimiento universitario frente a la crisis.