La intervención pedagógica de coordinadores del Programa consistió en montar la obra “Buajajajaja”, de Luis María Pescetti, con orquesta y canto en una clase de dos horas, permitiéndoles a estudiantes experimentar el canto, la actividad instrumental y conocer los espacios orquestales que existen.
Las dinámicas desarrolladas en la jornada abarcaron actividades de coordinación motriz en función del aspecto rítmico-musical, lectura de figuras musicales básicas, combinación de ritmos y ensayos de los principios introductorios de la técnica de los instrumentos orquestales; con esas herramientas los niños, niñas y jóvenes montaron una obra infantil compleja que incluyó canto, lectura musical y práctica instrumental orquestal.
De este modo, durante la clase aprendieron a distinguir las señales de un director de orquestas, trabajando aspectos de interpretación como la dinámica, velocidad del tiempo, gestos de inicio, final y silencios, entre otros contenidos.
Respecto al encuentro, el coordinador docente de Coros y Orquestas, Daniel Uzqueda, afirmó que “fue muy dinámico, la actividad permitió que los niños estén en atención permanente a través de distintos desafíos”, y añadió que “estos desafíos deben representar dificultades posibles de abordar y a la vez exigir esfuerzos considerables, cuando se logra el niño mantiene su atención durante tiempos prolongados”.
“La música al ser estudiada con el instrumento se aprecia de una forma distinta, exige esfuerzo activo intelectual, motriz y el aspecto emocional en toda su magnitud, desde este punto de vista una buena educación nunca debe carecer de Educación Musical” destacó Uzqueda.
En cuanto a la importancia de la actividad, Uzqueda señaló que “estos espacios de intervención generan un impacto en los niños y en su familia, que un instrumento como un violín o un violonchelo llegue a un hogar donde si no fuese por el Estado es imposible que llegue, abre una ventana de un universo formativo que enriquece el capital cultural del niño y la familia en general”.