El Consejo de Universidades (CU), integrado por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y el Consejo de Rectores de Universidades Nacionales de Gestión Privada (CRUP), aprobó una propuesta de normativa de regulación de las carreras de Ingeniería.
Tomando como referencia al Libro Rojo, contempla todos los aspectos básicos propuestos por el Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (CONFEDI) para esta segunda generación de estándares para la acreditación de las Ingenierías. Esta aprobación, que ahora espera ser formalizada por una resolución por parte del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, es la coronación de tres años de arduo trabajo de CONFEDI, que contó con la participación de más de 500 expertos, entre decanos miembros, una comisión ad hoc y 26 redes de carreras.
La Propuesta incorpora las competencias, tanto genéricas y comunes de la Ingeniería como las específicas de cada terminal redactadas por las respectivas redes, como fundamentos y ejes de trabajo transversales a la formación. “Estos estándares completamente novedosos, no sólo modificarán exponencialmente la Educación en Ingeniería en Argentina, sino que, además, al ser los primeros en incorporar el enfoque por competencias, sientan precedentes para otras carreras a nivel nacional, como así también para la ingeniería en otros países, ya que están alineados al nuevo perfil profesional del Ingeniero Iberoamericano propuesto por la Asociación Iberoamericana de Enseñanza de la Ingeniería (ASIBEI)”, explicó José Basterra, presidente de Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (CONFEDI) de la República Argentina. Además, indicó que se trata de un “verdadero cambio de paradigma en la enseñanza de la Ingeniería, desde hace dos años venimos realizando capacitaciones, talleres de formación docente y sensibilización respecto al enfoque por competencias y la educación centrada en el estudiante, de modo tal que una vez aprobados los nuevos estándares en el Ministerio de Educación de la Nación, nos pongamos a trabajar arduamente en su implementación en el aula”, concluyó.
En ese mismo sentido, el Decano de la Facultad de Ingeniería (FI) de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu), Mg. Ing. Gustavo Lores, se refirió a las acreditaciones de carreras, “empezamos una nueva etapa en materia de acreditaciones de carreras en la Facultad de Ingeniería, es un proceso que la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) lleva a cabo desde 2004 en el caso de nuestra Unidad Académica donde ya hemos atravesado por 15 instancias de acreditación hasta ahora, y acreditar la carrera significa que las carreras que están reguladas por el Estado son monitoreadas por agentes externos a la Facultad, en el caso de la Argentina la realiza la CONEAU, y esta nueva modificación implica no sólo la modificación en el contenido sino un cambio importante en el paradigma de las enseñanzas de las Ingenierías”.
Con relación a los nuevos estándares de acreditación, el Mg. Ing. Gustavo Lores explicó “uno podría considerar que el cambio más importante se produce en el hecho que las Universidades van a necesitar garantizar en los alumnos que egresen de las carreras de Ingenierías, las competencias blandas conocidas como competencias sociales, políticas y actitudinales, como por ejemplo el desempeñarse eficazmente en equipo de trabajo, capacidad de autoaprendizaje, ética profesional, comunicarse con claridad, tener espíritu emprendedor son competencias que algunos chicos las adquieren por tomar cursos extracurriculares o porque en su conjunto de valores, recursos o habilidades ya están, independientemente a la formación que brinda la Universidad”.
Además, indicó, sobre la necesidad de incorporar estas habilidades, “ahora el mundo del trabajo ya sea para una propia empresa o que contrate Ingenieros en relación de dependencia requiere competencias blandas, no sólo es necesario cubrir el aspecto técnico de una profesión sino también el aspecto actitudinal de las personas, en ese sentido el CONFEDI tomó la decisión de incluir entre las garantías que otorga el título universitario de Ingeniero una manera objetiva y permanente a lo largo de toda la carrera de evaluar esas competencias, es decir, que los profesores tenemos que desarrollar esa competencias en los alumnos, entiendo que esa es la diferencia fundamental entre la metodología de aprendizaje utilizada hasta la fecha y la que se va a utilizar a partir del 2021”, puntualizó y en ese sentido, informó que la Facultad de Ingeniería de la UNJu “desde el año 2016 comenzamos una etapa de sensibilización de nuestros docentes que van a ocupar un rol fundamental en este proceso de cambio y desde el año 2017 hemos capacitado a un 60% de la planta docente con alrededor de 180 personas que han tomado un curso de posgrado para el desarrollo de competencias blandas en los chicos de Ingeniería”.
“En el 2020 vamos a trabajar con un grupo de profesores, capacitados en la Facultad y en otras instituciones en materia de competencias, en delinear los cambios en los planes de estudio en las planificaciones de las asignaturas y en el desarrollo de las competencias ya que nuestro objetivo es que en el año 2021 comencemos a dictar las carreras de Ingeniería y la Licenciatura en Sistemas con este esquema de competencias de manera que en el 2022 ya tengamos evidencias objetivas de que estamos trabajando en ese sentido”, adelantó.
Actualmente las Unidades Académicas de carreras de Ingeniería en el país certifican Contenidos curriculares básicos, Carga horaria mínima e Intensidad de la formación práctica pero no certifican Competencias y es por ello que los Nuevos Estándares contemplarán competencia de egreso, entendiendo a éstas como la capacidad de articular eficazmente un conjunto de esquemas o estructuras mentales y valores, permitiendo movilizar o poner a disposición distintos saberes, en un determinado contexto con el fin de resolver situaciones profesionales.
Esta definición implica que las competencias: aluden a capacidades complejas e integradas; están relacionadas con los saberes teórico, contextual y procedimental; se vinculan con el saber hacer formalizado, empírico y relacional; están referidas al contexto profesional, entendido como la situación en que el profesional debe desempeñarse o ejercer; están referidas al desempeño profesional que se pretende, entendido como la manera en que actúa un profesional técnicamente competente y socialmente comprometido; e incorporan la ética y los valores.