Se trata de un comité de tenedores de bonos emitidos en los canjes de 2005 y 2010. Están asesorados por el abogado que embargó a la Fragata Libertad en 2012 y dicen tener el 16% del capital emitido en esos papeles, suficiente como para trabar un acuerdo.
Por Matías Barbería. Infobae
Un nuevo comité de acreedores conformado por tenedores de bonos argentinos comunicó su rechazo a los términos del canje de deuda propuesto por el ministro de Economía, Martín Guzmán. Son fondos tenedores de bonos emitidos en 2005 y 2010, durante los dos canjes de deuda, que se verían sometidos a una segunda reestructuración. Están asesorados por el abogado que representó a Paul Singer en la pulseada legal con los Holdouts y que se hizo conocido por embargar la Fragata Libertad.
Se trata de un nuevo grupo de bonistas, luego de que el autodenominado Comité de Acreedores de la Argentina (ACC, por sus siglas en inglés), comunicara anoche que no aceptaría los términos del acuerdo.
Este otro grupo se hace llamar “Grupo de Titulares de Bonos de Canje”. Está liderado por el fondo Monarch, y también forman parte de él HBK Capital Management, Cyrus Capital Partners LP y VR Capital Group Ltd.
Son alrededor de 20 grupos de inversión y dicen tener papeles por USD 4.000 millones de los canjes, el 16% de emisiones que necesitan del acuerdo de bonistas con el 85% de la emisión total para no caer en default. Argumentan, por lo tanto, tener la capacidad de bloquear el acuerdo por si mismos. Los asesora legalmente Dennis H. Hranitzky, del estudio Quinn Emanuel & Sullivan.
“Lamentablemente, las opiniones del Grupo de Titulares de Bonos de Canje no se han tenido en cuenta de ninguna manera en la oferta de canje anunciada por la Argentina. En lugar de seguir un curso de compromiso constructivo, la Argentina ha optado por hacer una oferta unilateral. La propuesta de la Argentina no representa el resultado de negociaciones de buena fe, por lo que el Grupo de Titulares de Bonos de Canje la considera inaceptable y no tiene intención de apoyarla”, dijeron los bonistas en un comunicado.
La propuesta de Guzmán fue interpretada como “agresiva” incluso entre fuentes allegadas al palacio de Hacienda. En el mercado todavía se preguntan si se trata de un primer paso en una negociación o una oferta de “tómalo o déjalo” por parte del Gobierno argentino. En principio, sólo dos grupos de acreedores se expresaron respecto de los términos y lo hicieron en forma negativa.
Según distintos análisis de especialistas, la oferta inicial de Guzmán implica una quita considerable. Con variaciones, los cálculos privados estiman que los nuevos bonos ofrecidos tendrían un valor neto presente -el valor calculado a hoy de los flujos de pagos futuros- de 32 centavos por cada dólar. Pero en ese cálculo global hay diferencias según cada bono y, los surgidos de los canjes 2005 y 2010 son los más golpeados, un problema aún mayor si se tiene en cuenta que esos papeles necesitan de un grado de acuerdo mayor para entrar a la operación.
“Los bonos surgidos del canje 2005/2010 con salvaguardas legales mas robustas son los que menos valor tienen en la oferta, disminuyendo notablemente las chances de éxito de la operación”, analizó un informe de Consultatio Asset Management.
Llamado a un acercamiento
En el comunicado de hoy, los bonistas reconocen la necesidad de una reestructuración de la deuda en moneda extranjera de la Argentina.
“El Grupo está y estuvo siempre disponible para buscar de una manera constructiva una solución en la que todas las partes contribuyan equitativamente a una carga de deuda sostenible respaldada por políticas apropiadas. Una solución así colocaría a la Argentina en un camino de crecimiento económico sólido, mantendría el acceso al mercado para la República y los emisores argentinos y, sobre todo, elevaría el nivel de vida de la gente”, dijeron los bonistas tenedores de títulos de los canjes.
“El Grupo de Titulares de Bonos de Canje entró en estas conversaciones de buena fe, entendiendo la necesidad de la Argentina de aliviar el flujo de efectivo en el corto plazo para hacer frente a los impactos que ha sufrido su economía en los últimos años, incluida la pandemia de COVID-19. El Grupo de Titulares de Bonos de Canje estuvo y está preparado para abordar esos problemas en el contexto de un proceso que requiere de transparencia por parte de los representantes de la Argentina y compromisos significativos entre las partes”, agregaron.
También, llamaron a repartir la carga de los sacrificios para ayudar a reducir el nivel de deuda del país. “El camino de la Argentina hacia un futuro más próspero requiere del apoyo activo y la cooperación de todas las partes: tenedores de bonos internacionales y locales, el FMI, el Banco Mundial y otros socios multilaterales y bilaterales, además de la sociedad argentina y su gobierno”, detalló el texto.
Beligerantes
Hranitzky, el asesor legal del Grupo de Titulares de Bonos de Canje, ganó notoriedad luego de embargar la Fragata Libertad en octubre de 2012 cuando estaba fondeada en el puerto de Tema, en Ghana. En ese momento formaba parte del estudio Dechert y asesoraba al fondo NML Capital de Paul Singer, el más notorio de los “holdouts” o “fondos buitre” que peleó y ganó un juicio contra la Argentina por el default de 2001.
Hoy, incorporado a una nueva firma legal, está a cargo de la representación de los fondos de inversión considerados más beligerantes dentro de la nueva saga de la deuda argentina.
Entre sus representado está VR Capital, una empresa de inversiones relacionada con VR Global Partners que litigó contra Argentina durante la reciente pulseada con los holdouts.
“Tras los canjes de deuda de 2005 y 2010, en los que el 92% de toda la deuda pendiente fue reestructurada con éxito, un número de fondos de cobertura y muy pocos inversores minoristas iniciaron una larga batalla con Argentina en los EE.UU. y en Europa buscando recuperar las pérdidas de sus inversiones en títulos de deuda en mora. Aunque el soberano llegó a un acuerdo con estos acreedores retenidos en abril de 2016, hoy en día todavía hay un número de los tenedores de bonos que siguen rechazando el acuerdo ordenado por el tribunal y mantienen sus reclamos abiertas en Nueva York y en Alemania”, analizó un reciente informe de Research for Traders que, por otro lado, entendía que se trata de inversores con pocas tenencias de bonos y bajo “poder de fuego».
“Este tipo de compradores prometen una vez más hacer mucho ruido durante la próxima reestructuración», agregó el informe de Research for Traders.