“Esperaba un resultado no favorable al Gobierno pero no de forma tan contundente”, expresó el empresario y economista Eduardo Costantini sobre la derrota del oficialismo en las PASO.
Y consideró que el impacto económico de las elecciones del pasado domingo será inmediato y estará determinado por la lectura que haga el Gobierno. “Si decide ir hacia una radicalización de sus políticas, se puede vaticinar una crisis económica de envergadura”, anticipó.
Otra alternativa, según el empresario, es que el Gobierno acelere un cambio y logre cerrar un acuerdo con el FMI. En diálogo con Infobae señaló como fundamental un cambio de funcionarios, con un nuevo Gabinete económico. ”Así como en aquellas PASO de 2019 hubo una caída de las acciones, hoy están en 10% y 15% arriba. Si ellos logran cambiar las expectativas, mejoraría la situación y el mercado de capitales podría financiar el déficit”, agregó.
El Gobierno tiene que ser mucho más ortodoxo para parar este drenaje de las expectativas
Si el Gobierno opta por realizar ese cambio de rumbo, según Costantini, habría posibilidades de una mejora de la situación económica. “La situación es muy endeble en reservas. Este cambio en el rumbo sería benévolo para el balance del Banco Central. Pero si se radicaliza, se agrava el problema. Tienen que actuar rápidamente, con energía, un programa económico coherente, un nuevo Gabinete, económico y político, aceptable. Nunca hubo un plan económico, el modelo era dar prioridad al crecimiento sin un plan y con medidas intervencionistas, más impuestos y expropiaciones”, opinó.
De ahora en adelante, según Costantini, el Gobierno quedará muy debilitado. “Tiene que ser mucho más ortodoxo para parar este drenaje de las expectativas. Y realizar un ajuste de precios relativos. Implantar un programa económico que va a tener costos sociales. Restan dos años nada más”, aseguró.
—¿Hay margen para que el clima empresario mejore?
—Yo creo que puede mejorar si el Gobierno hace un cambio. Mejoraría, se modificarían las expectativas y se vería un Norte en el futuro. Hasta el viernes el país estaba sin rumbo. Hay que saber cómo reaccionar a este nocaut. Las políticas desde el Instituto Patria pueden ser muy radicalizadas pero yo me inclino que van a ir hacia una ortodoxia. Cristina (Fernández de Kirchner) tiene una fuerte ideología pero ante una situación de radicalización se puede desbandar todo, enfrentar una situación similar a un Rodrigazo sería un desastre para ellos.
—¿A qué atribuye un resultado tan contundente contra el oficialismo?
—Al sentido común. El país no anda bien y las políticas no fueron acertadas, la sociedad castiga en las elecciones. Y así vamos yendo en forma pendular. Las causas de la derrota están en la la situación económica y social y en el manejo de la pandemia, que cruzó a toda la población. La orientación ideológica del Gobierno nos llevó al resultado. El que vota mira mucho la billetera; si llega o no llega a fin de mes.
El problema del Gobierno es que nunca tuvo buenas expectativas por su orientación en un segmento de la población, que es el que tiene ahorros y posibilidad de inversión, en una Argentina que no tiene un sistema de crédito fuerte. El resultado de las PASO de 2019 ya mostraba las expectativas negativas que traía el Gobierno y el Gobierno no quiso revertirlas.
En una situación de crisis, como la que heredó este Gobierno, empezar con expectativas desfavorables y durante el mandato realimentar esas expectativas generó un muy mal clima para la producción y para la inversión. Además, apenas empezaron, llegó la pandemia con un cierre exagerado al principio, fuerte repercusión económica y social, vacunas que llegaron a destiempo, el vacunatorio VIP, el festejo en Olivos. Fueron errores no forzados.