Así lo afirmó Daniel Mafud, presidente de la Confederación de Pymes Constructoras de la República Argentina.
«Antes de la llegada de la pandemia, diferentes actividades y sectores productivos de la economía registraban niveles de actividad disminuidos, pero muy pocos reflejaban la profunda caída de la industria de la construcción. Hoy, el sector de la construcción presenta una situación de extrema vulnerabilidad», expresó el titular de la CPC.
«En este sentido, basta con recordar que en marzo de 2020 los puestos de trabajo del sector ascendían a 320.738 respecto a los 419.538 del mes de marzo 2019. Si bien estos números son elocuentes, fruto de la cuarentena, la caída del empleo se profundizó los siguientes meses y aún no se conocen las mediciones del pasado mes de mayo».
«Los empresarios adoptaron diferentes medidas para superar la angustiante crisis económico financiera, priorizando en todo momento el pago de los salarios. El Estado Nacional viene administrando la economía en una situación de fuerza mayor, y las medidas dispuestas sirvieron a las empresas para ir superando las dificultades. Algunas de las mismas tuvieron que ver con diferimientos impositivos, aportes para pago de salarios, créditos bancarios a tasas accesibles entre otras».
«Estos beneficios fueron llegando a las empresas y permitieron mantener con vida a muchas de ellas. Sin embargo, otras en situación de extrema fragilidad no accedieron a estos beneficios y están al borde del colapso», lamentó el dirigente y empresario de la construcción.
«Claramente, una crisis del nivel de la vigente, dejará empresas con un alto endeudamiento y las expondrá a un escenario que contiene incumplimientos con proveedores de bienes y servicios, salariales, con organismos comitentes, con inversores, del cual será muy difícil salir».
«Consideramos que toda la sociedad debería estar comprometida con la gestión de las soluciones. Esto significa que cada uno de los factores deberá resignar expectativas e intereses en post del bien común».
«Creemos que la preservación de las empresas es neurálgica, tanto para impulsar la recuperación económica y productiva, como así también para la contención social de los sectores más vulnerables», sentenció Daniel Mafud.