El economista Roberto Cachanosky acordó con la orientación liberal de las medidas lanzadas en las primeras semanas del Gobierno de Javier Milei, pero criticó los métodos propuestos y, en particular, la extrema velocidad que intenta imprimir la nueva administración a las modificaciones.
“Como liberal, estoy de acuerdo con el rumbo general, el tema es si podés hacer todo de golpe, es decir si sos Juan Bautista Alberdi que escribiste las bases y el sistema económico y cambiaste la Argentina. Los cambios en los países se producen más lentamente”, explicó en una entrevista en TN.
Señaló que no coincide con la idea de “cambiar el país a las trompadas”. Y utilizó la misma imagen que días atrás había explicado en una columna en Infobae: “Un país no se hace liberal porque haya un decreto de necesidad y urgencia diciendo: artículo 1, ‘A partir de hoy todos los argentinos son liberales’; artículo 2, ‘Comuníquese, archívese’. No se hace así, se hace a través de un proceso”.
Para el economista, “está mal diagramado” el inicio del plan económico de Milei. “Yo hubiese sido más modesto en las medidas, sí hubiese propuesto una regla monetaria que a la gente le quede clara, hubiese propuesto una reforma laboral, pero con la ambición de terminar con lo que es la industria del juicio laboral, que es donde le pega a las empresas, no me hubiese mandado con tantas cosas. Hubiese empezado con una propuesta de reforma impositiva”, señaló.
“Milei había dicho que se iba a cortar un brazo si aumentaba un impuesto. Bueno, se tiene que cortar los dos y tiene que pedir uno prestado porque son tres impuestos: Ganancias, Impuesto PAIS y de las retenciones”, ironizó.
Explicó que la coyuntura le recuerda al Rodrigazo, a 1975, cuando la CGT “por primera vez le hizo un paro a un gobierno peronista”, el de Isabel Perón, con la diferencia que ahora “el colchón social es mucho más chico” porque la pobreza, la indigencia y la desocupación son mayores, por lo que “hay que tener mucho más cuidado”.
“Celestino Rodrigo era el culpable, pero en realidad el que había hecho el lío había sido el gobierno anterior. Lo que recibió Milei es parecido, con todos los precios relativos distorsionados. Ahora bien, corregirlos no es tan fácil”, explicó.
Sobre el vínculo del nuevo Presidente con la sociedad, Cachanosky relativizó el apoyo electoral: “Del 56%, digamos que 30% son de él y 26% son prestados, gente que dijo ‘no quiero al kirchnerismo, a quién tengo? a Milei, no importa, no comparto pero voto’. Ojo porque ahí existe cierto grado de tolerancia. El electorado argentino es muy volátil: te puede votar en un momento a Menem y después votar a Kirchner que te hace la contrarreforma de Menem. Votaron a Menem que privatizó todo y después a Kirchner que estatizó todo”.
Con respecto a la clase media, apoyó que se quiten los subsidios a los servicios públicos porque “nadie tiene que regalarle la luz a nadie”, pero criticó que a la vez se reimplante el impuesto a las Ganancias. Descartó que, en caso de volver a aplicarse ese tributo sea temporario, ya que hay muchos ejemplos de carga impositiva que se aplican en forma transitoria y se vuelven permanentes.
Se preguntó “¿en qué quedó la dolarización? Milei dijo que tenía 10.000 de dólares asegurados y que tenía los bonos en poder del BCRA para solucionar los pasivos remunerados”. Consideró que “está tan concentrado en cambiar el país que poco se está ocupando de cómo resolver los problemas del corto plazo como la inflación”.
Puso el ejemplo el del Plan Austral, de 1985, en el que Raúl Alfonsín, además de anunciar un ajuste, generó un shock de confianza que incluso le permitió ganar las elecciones de medio término. Milei, en cambio, “dijo que no hay plata, dijo que va a refundar la república, y no guió acerca de cómo va a ser el corto plazo”.
Cachanosky advirtió además, en el contexto de las medidas lanzadas por el Gobierno, que se va a producir “una caída del consumo interno”, por lo que se opone a que suban los impuestos a las exportaciones “porque es la salida que todavía queda para reactivar un poco la economía”.