Tras un nuevo recorte de la tasa de referencia del Banco Central, ayer la bajó del 70% al 60% nominal anual, los bancos aplicaron inmediatamente bajas a los rendimientos que ofrecen a sus clientes por sus depósitos a plazo fijo a 30 días de plazo.
En línea con la baja de la autoridad monetaria, los principales diez bancos del país disminuyeron en torno a 10 puntos porcentuales sus tasas.
Un relevamiento rápido de este medio por las tasas que ofrecen los 10 bancos más grandes del país en términos de depósitos mostró un retroceso promedio similar al que decidió la autoridad monetaria en la tasa nominal anual por depósitos a 30 días de plazo. Ese recorte tuvo lugar en la mañana de hoy, y viene a subirse a una serie de retrocesos que resultaron de las decisiones de política monetaria y de la eliminación de las normas que ponían un piso al rendimiento que podían pagar las entidades financieras.
La mayoría de las entidades pasó a pagar en torno 50% nominal anual por colocaciones a 30 días
Si el 12 de marzo pasado, primer día de tasas libres, los rendimientos de los plazos fijos minoristas llegaron a caer hasta 40 puntos porcentuales, ayer sumaron 10 puntos más a una tendencia que en forma gradual ya venía reduciendo sus números.
Infobae desarrolló un simulador para estimar el nuevo rendimiento. Permite que cada usuario ingrese el monto que desea invertir y, además, la tasa que le ofrece su banco.
Ahora, entre los 10 principales bancos argentinos la tasa promedio está prácticamente equilibrada en 50% nominal anual, es decir un rendimiento efectivo mensual del 4,11% que se traduce, para poner un ejemplo, en que un plazo fijo de $100.000 tras 30 días de colocación, arroja como resultado $104.109,59 de capital más intereses.
Así está la tasa que paga cada uno de esos diez bancos. Por ahora las diferencias entre banco y banco son muy pequeñas, según datos recopilados de sus home bankings y apps móviles:
Tasas de interés
Desde que asumió en diciembre pasado, el ministro de Economía Luis Caputo se empeña en mantener tasas de interés negativas en términos reales, es decir, que ofrecen un rendimiento que no alcanza a compensar por la pérdida en el poder adquisitivo del dinero a causa de la inflación.
En diciembre, el BCRA recortó las tasas de los depósitos a plazo fijo a 30 días del 133% al 110% nominal anual. Y a principios de marzo bajó la tasa de referencia y eliminó el piso de tasas que imponía a los bancos para sus depósitos. A principios de este mes, un nuevo recorte llevó la referencia al 70% y, ayer, aplicó un nuevo recorte para llevar a la tasa de referencia al 60% nominal anual. Ya van cuatro bajas desde el cambio de Gobierno.
La estrategia, sólo una de las herramientas de un enfoque más amplio, busca evitar que los pasivos remunerados del BCRA (las famosas Leliq, primero, y tras el desarme del stock de esos papeles los pases pasivos) generen emisión endógena de dinero al pagar rendimientos que hagan crecer la masa monetaria a un ritmo mayor que la inflación, entre otros objetivos.
Como el rendimiento de los depósitos a plazo fijo depende en gran medida de lo que pagan los pasivos monetarios del BCRA a las entidades bancarias, el resultado que obtienen los ahorristas por los plazos fijos se desplomó.
Sin embargo, el esquema macroeconómico inicial de la gestión Caputo no dejó de generar situaciones paradójicas. Pese a perder con creces frente a la inflación, los plazos fijos en pesos terminaron siendo una estrategia interesante medida en dólares. Como el dólar libre y las cotizaciones financieras de la divisa perdieron en dólares, los ahorristas que se quedaron en plazos fijos llegaron a anotar ganancias mensuales del orden del 30%.