En un nuevo procedimiento, la Aduana descubrió que, en una serie de exportaciones hacia Chile, la mercadería involucrada había sido declarada como ácido graso, específicamente oleína.
En realidad consistía en aceite de soja. El operativo fue realizado por agentes especializados de la Dirección General de Aduanas, perteneciente a la AFIP.
Según indicaron, “los casos detectados y denunciados hasta el momento involucran movimientos de más de 80 toneladas, por lo cual ahora toda la operatoria de la firma se encuentra bajo análisis”.
En el organismo entienden que hay “razones para creer que la empresa exportadora argentina y la importadora chilena pertenecen al mismo grupo económico, que mediante el ardid coordinado buscó evadir a varios niveles”.
Por un lado, dijeron que los precios declarados en las exportaciones de ácidos grasos se encuentran alrededor de un 30% por debajo de los precios oficiales fijados para las exportaciones de aceite de soja. Pero luego, “dadas las diferencias en el tratamiento tributario de ambos tipos de mercadería, concluyeron que la reducción indebida de los derechos de exportación es superior al 90%”.
“La empresa apeló a declaraciones apócrifas para evadir más del 90% de los derechos de exportación y ahora toda su operatoria se encuentra bajo análisis”, señalaron. Remarcaron, además, que “la oleína cuenta con plazos más de diez veces mayores para ingresar las divisas de sus exportaciones al país”.
Tras detectar la irregularidad, la Aduana denunció penalmente la operación que luego, por orden del Juzgado Federal N° 1 de Mendoza, “se llevaron a cabo dos allanamientos sobre la firma involucrada y el despachante de aduana, en los que fueron secuestrados soportes informáticos, documentación y demás elementos de interés para la causa”. Dichos allanamientos también contaron con la participación de la Gendarmería.
El organismo resaltó que “fue de vital importancia para la identificación de las maniobras el intercambio de información con la aduana chilena, tal como lo prevé el marco normativo SAFE de la Organización Mundial de Aduanas (OMA)”.
Otros operativos
En varias inspecciones, la Dirección General Impositiva (DGI) realizó fiscalizaciones sobre operadores de la cadena agroalimentaria en las localidades de Las Vertientes, en Córdoba; en Roque Pérez y Saforcada, en la provincia de Buenos Aires; en Maipú, en Mendoza; en Famatina, La Rioja y; en Aristóbulo del Valle, Misiones, donde relevó un total de 1.332.000 aves y 27.700 cabezas de ganado en criaderos de aves y porcinos.