Las entidades bancarias ajustaron sus sistemas durante el fin de semana para poner en marcha este nuevo esquema.
Desde ahora, cualquier persona podrá comprar libremente dólares con pesos bancarizados, sin límites mensuales ni requisitos adicionales. La operación podrá realizarse tanto en sucursales como a través de canales digitales (home banking o apps), y el dinero podrá ser retirado en efectivo, mantenido en una cuenta en dólares o transferido a una cuenta propia en el exterior, sin restricciones.
El nuevo régimen implica la eliminación del llamado “dólar ahorro”, que permitía adquirir hasta USD 200 por mes con una carga impositiva del 30%. Tanto ese límite como la percepción fiscal quedaron sin efecto.
También se levantaron todas las prohibiciones personales que seguían vigentes. Desde hoy, podrán comprar dólares quienes en su momento accedieron a subsidios durante la pandemia (como créditos UVA, préstamos de ANSES, moratorias o tarifas subsidiadas), así como empleados que cobraron sus salarios con asistencia estatal. Además, se elimina la “restricción cruzada” que obligaba a esperar 90 días a quienes operaban en el mercado financiero antes de comprar en el oficial, y deja de estar vedada la compra para funcionarios públicos con rango superior a subsecretario.
Una única limitación
La única restricción vigente será para operaciones en efectivo: quienes quieran comprar dólares con pesos billete, por ventanilla, solo podrán adquirir hasta USD 100 por mes. Esta medida responde a cuestiones impositivas y de control antilavado, ya que las operaciones bancarizadas permiten mayor trazabilidad. Según aclararon fuentes oficiales, no se trata de una continuación del cepo sino de una norma de prevención.
También se elimina el “parking” de 24 horas para operaciones de dólar MEP, lo que agiliza la compraventa de bonos para dolarización y reduce el incentivo para usar ese canal paralelo.
Gastos con tarjeta y freelancers
En cuanto a los consumos con tarjeta en dólares, se mantienen las condiciones actuales: si se abonan con dólares previamente depositados, no habrá recargos. Si se pagan en pesos, seguirá vigente la percepción del 30%, tanto para gastos en el exterior como para servicios digitales dolarizados.
El Gobierno apunta a fomentar el uso de dólares ya ingresados al sistema, y penaliza con esa carga impositiva a quienes generan nueva demanda en el mercado para saldar sus tarjetas.
Respecto a los trabajadores freelancers que perciben ingresos en dólares desde el exterior, el esquema actual se mantiene: podrán conservar sin obligación de liquidar hasta USD 36.000 anuales. Todo excedente deberá canalizarse por el mercado oficial.
Tipo de cambio: banda flotante
El nuevo esquema contempla un tipo de cambio flotante que operará dentro de una banda de entre $1.000 y $1.400 por dólar. Si el precio se ubica fuera de ese rango, el Banco Central intervendrá: comprará divisas si cae por debajo del mínimo o venderá si supera el techo. No obstante, la autoridad monetaria también podrá intervenir dentro de la banda en función de sus metas de reservas y estabilidad.
Implementación operativa
Durante el fin de semana, los principales bancos del país (como Nación, Galicia, Santander, BBVA, Macro, entre otros) trabajaron en la adaptación de sus sistemas para garantizar el funcionamiento del nuevo régimen. El sábado se realizó una reunión técnica entre autoridades del BCRA y directivos de entidades financieras para afinar detalles y evitar inconvenientes.
Desde el Banco Central aclararon que no habrá nuevas regulaciones adicionales, ya que el fin del cepo quedó formalizado en la Comunicación A8226, emitida el viernes. A esta norma se sumarán disposiciones de la AFIP para eliminar la percepción del 30% y de la CNV para dar de baja el “parking” obligatorio.
Así, arranca una nueva etapa en el mercado cambiario argentino, sin restricciones para el ahorro en dólares y con una mayor libertad para el movimiento de divisas.