Las estaciones de servicio de marca Shell y Axion aumentaron los precios de sus combustibles entre 10,5 y 12% promedio, en una decisión que sorprendió al mercado porque decidieron mover sus valores sin esperar a YPF.
Al tratarse de un sector tan competitivo, las compañías suelen seguir los pasos de la petrolera con control estatal, que es responsable del 55% del consumo de nafta y gasoil. Sin embargo, las compañías indicaron que “el negocio del dowstream [el de la refinería de petróleo] está muy golpeado”.
Los nuevos precios de referencia en la ciudad de Buenos Aires (CABA) para las combustibles de Shell son: nafta súper, $123,2; nafta premium, $149,5; diesel súper, $118,6; diésel premium, $145,2. Para Axion, en tanto: nafta súper, $122,7; nafta premium, $150,2; diesel súper, $120,3; diésel premium, $144,3. Las empresas aclararon que estos valores podrían modificarse en base a los futuros movimientos de las otras marcas competidoras.
Raízen, la petrolera que tiene la operación de las estaciones de servicio de Shell, representa alrededor del 20% de las ventas, mientras que Axion -la marca de Pan American Energy (PAE), de la familia Bulgheroni- tiene el 15% de participación del mercado.
La decisión de ambas compañías de actualizar sus precios le pondrá mayor presión a YPF, ya que le aumentará la demanda de combustible en un contexto en el cual el negocio está sufriendo la suba de sus costos por la disparada de los precios del petróleo, la devaluación de la moneda y la aceleración inflacionaria.
En el sector señalaron que, mientras el precio de la nafta súper se incrementó 17,5% desde junio de 2021 hasta marzo de 2022, los precios al consumidor lo hicieron 39,7%, los alimentos y bebidas en un 43,8%, el precio de la leche fresca en sachet en un 29,1% y el pan francés un 45,4%, para tomar sólo algunos productos de referencia, todo esto según datos oficiales de Indec.
Los aumentos otorgados por la Secretaría de Energía a los biocombustibles también presionan sobre el precio de los combustibles refinados, agregaron. Por caso, el biodiesel tendrá un aumento de 37% hasta agosto, mientras que el etanol aumentará 39,5%.
Según las estimaciones privadas, los combustibles en Argentina estaban 30% por debajo de lo que deberían valer. Con el incremento aplicado desde anoche, para Shell y Axion, esa brecha disminuyó a 22%.
La brecha de precios fue una de las razones que explicó el desabastecimiento de gasoil en las últimas semanas. En la Argentina, el precio del surtidor reflejaba un valor de US$65 el barril de petróleo, mientras que en el mercado internacional se mantiene por arriba de los US$100 en los últimos dos meses.
Alrededor de un 20% del gasoil que se consume en el país se debe importar, por eso las refinadoras compraban del exterior lo mínimo indispensable para abastecer los contratos ya firmados a pérdida. Las empresas señalaron que en promedio pierden US$100 millones por mes con esta operación.
La diferencia de precios en la Argentina con respecto al exterior generó que en las ciudades limítrofes debieran establecer cupos de venta, ya que los ciudadanos de países vecinos aprovechan los valores más baratos para cruzar al país a cargar combustible, lo que generó también desabastecimiento.
Sofía Diamante