La Anses prepara para el 10 de agosto el pago de la tercera edición del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el bono de $10.000 con el que el Gobierno busca paliar el impacto del parate económico por la pandemia de coronavirus COVID-19 sobre trabajadores en negro, monotributistas de las categorías más bajas y otros sectores vulnerables.
Mientras termina el operativo para que un remanente de cerca de 450.000 beneficiarios cobren la segunda edición, el objetivo del organismo conducido por Fernanda Raverta es arrancar con la tercera edición en esa fecha del mes próximo, empezando con aquellos beneficiarios que a su vez reciben la Asignación Universal por Hijo.
El pago para el grueso de los beneficiarios del IFE empezaría unos 10 días hábiles más tarde. Durante el operativo de pago de julio estos beneficiarios recibieron los desembolsos en base a un cronograma ordenado por el último número del documento. Empezó el 2 de julio y terminó el viernes pasado. La fecha va a ser fijada por decreto aún espera ser firmado y publicado en el Boletín Oficial.
El tercer refuerzo del IFE alcanzará finalmente a los cerca de 8,9 millón de beneficiarios. En un primer momento, el Gobierno buscó reducir el costo del programa. La idea era pagar el IFE sólo a aquellos beneficiarios que residieran en zonas del país que estuvieran bajo las medidas más estrictas de aislamiento social preventivo y obligatorio, la “fase 1″ de la cuarentena. Pero ante el pedido de gobernadores cuyas economías dependen de esa inyección de dinero para mantenerse a flote, se decidió volver a pagar a los mismos beneficiarios de la primera y segunda tandas del bono.
Cómo sigue el pago del IFE 2
La Anses ya completó el pago de la segunda edición del IFE. El viernes pasado se terminó de pagar a los beneficiarios que informaron su clave bancaria única (CBU) en la página del organismo. En estos días terminarán de cobrar los últimos beneficiarios, alrededor de 450.000 personas que no informaron una cuenta bancaria, a los que ya se les depositó el dinero en bancos cercanos a su domicilio y deben esperar una comunicación por SMS o correo electrónico para gestionar un turno en el que retirar el beneficio.
La segunda edición del IFE alcanzó a algo menos de 8,9 millones de familias de todo el país, de las que el 95% ya recibieron su pago en sus cuentas bancarias de acuerdo a un calendario que sigue al último número del documento y que se completó el viernes pasado.
Para este “refuerzo” del bono de Anses, el organismo se puso como objetivo bancarizar a la totalidad de los beneficiarios, con el objetivo de facilitar el tercer pago –que ya fue confirmado– y permitir al universo de destino acceder a servicios financieros que, entre otras cosas, permitan agilizar otras iniciativas futuras. Así, el operativo se concentró primero en depositar el beneficio en las cuentas de aquellas personas que son además beneficiarias de la Asignación Universal por Hijo y otros planes similares, para luego pasar a desembolsar el dinero a quienes informaron una cuenta bancaria de su propiedad en la página Web del ente previsional.
Había tiempo para informar el CBU hasta el 17 de julio pasado. Ahora, para aquellos beneficiarios que no pudieron abrir una cuenta bancaria, la Anses realizó una transferencia a bancos públicos y privados de todo el país que se encargarán de hacer llegar el pago al remanente.
Los beneficiarios que deban retirar el dinero en esta etapa recibirán una comunicación de parte de la Anses por correo electrónico y mensaje de texto SMS con datos respecto a cuál es el banco que se les asignó. En base a ello, deberán contactarse con la entidad asignada para solicitar un turno en el que, además de retirar el dinero por ventanilla, se les asignará una cuenta bancaria para futuros pagos.
El operativo para alcanzar a ese último grupo será distinto de acuerdo al banco que se asigne. Por ejemplo, el Banco Ciudad asignará turnos a los beneficiarios y, al momento de hacer el retiro, otorgará una tarjeta de débito. El Banco Nación, por su parte, dará acceso a la cuenta bancaria creada para cada uno de estos beneficiarios, mientras que la tarjeta de débito asociada se irá haciendo llegar de acuerdo a la disponibilidad de plástico. Pero también hay bancos privados y públicos provinciales llevando adelante estos pagos, cada uno con su modalidad.