El Ministerio de Producción avanza en diferentes políticas de respaldo a la quinua fomentando su cultivo en diferentes regiones.
La campaña inclue el agregado de valor y hasta el desarrollo territorial mediante fondos provenientes de regalías mineras.
La referente técnica de la cartera oficial, Magda Choquevilca explicó los alcances de este alimento milenario en la agricultura familiar, en la industrialización de la ruralidad y como eje traccionador de distintas herramientas para el avance provincial.
Afirmó que la quinua es concebida como un cultivo estratégico por múltiples factores: en primer lugar, porque tiene la posibilidad de adaptarse a distintas zonas agroecológicas. Prueba de ello, dijo, son los campos sembrados en Puna, Quebrada y zona de los Valles.
En segundo lugar, subrayó la ductilidad de este producto para lograr un agregado de valor a diferentes escalas, sea mediante quinua lavada, procesada para hojuelas, elaborada y convertida en barritas o pochoclos, o con una molienda para hacer harinas.
A su entender, esta cualidad brinda oportunidades para los actores que componen desde la pequeña agricultura familiar hasta la actividad terciaria. Al respecto, mencionó por un lado la agroindustria en el paraje puneño de Cusi Cusi (donde se elaboran pochoclos y barritas), y por el otro la dinámica de los Valles, donde se está empezando a procesar harina.
En tercer término, la especialista ponderó la promoción de la quinua como alternativa agrícola en zonas donde antes no existía, como Mina Pirquitas, a través de fondos de regalías mineras. Dichos recursos son utilizados en aspectos tales como la provisión de tractores y maquinarias afines.
Según Choquevilca, este proceso origina un cuarto ítem: la quinua concebida no sólo como componente económico, sino además como una unidad fundamental en la soberanía alimentaria.
“El desafío es que los jujeños nos apropiemos de la quinua en la mesa de nuestras hogares, y no sólo pensarla como algo light o sano que debemos consumir de vez en cuando. Es ideal donde hay debilidades para el acceso a alimentos altamente proteicos, como comedores escolares u hogares de ancianos. La demanda sobra y poco a poco se está generando la sistematización de la oferta”, señaló.
De este modo, consideró que este alimento ancestral se está transformando en un ejemplo emblemático de desarrollo territorial y en un eje transversal de las políticas impulsadas por el Ministerio de Producción de Jujuy, cuyas secretarías intervienen directamente en el fortalecimiento de toda la cadena.
Sobre este punto, enumeró que el área de Desarrollo Productivo esta presente en la promoción del cultivo por primera vez en distintos municipios; mientras que el área de Industria y Desarrollo Económico trabaja en el valor agregado.
Finalmente, destacó que el área de Minería –mediante el aporte de regalías- posibilita la disposición de la actividad extractiva al servicio del avance sustentable, en beneficio de miles de familias que habitan las diferentes regiones jujeñas.