El staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó hoy la segunda revisión del acuerdo con la Argentina. Así lo confirmó en un comunicado difundido desde Washington.
“El personal técnico del FMI y las autoridades argentinas llegan a un acuerdo a nivel de personal técnico sobre la segunda revisión en el marco del Acuerdo de Servicio Ampliado del Fondo”, indicó.
“El personal técnico del FMI y las autoridades argentinas han llegado a un acuerdo a nivel de personal técnico sobre la segunda revisión bajo el acuerdo SAF de 30 meses de Argentina. El acuerdo está sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, que se espera se reúna en las próximas semanas. Una vez completada la revisión, Argentina tendría acceso a alrededor de US$ 3.900 mil millones (DEG 3.000 millones). Las recientes y decisivas medidas de política destinadas a corregir reveses anteriores están ayudando a restaurar la confianza y fortalecer la estabilidad macroeconómica, incluso mediante la reconstrucción de las reservas internacionales”, indicó el informe.
“El personal técnico del FMI y las autoridades argentinas acordaron que los objetivos establecidos en la aprobación del acuerdo permanecerán sin cambios hasta 2023. La implementación decidida de políticas sigue siendo esencial para consolidar la estabilidad macroeconómica y comenzar a abordar los desafíos arraigados de Argentina, en particular la inflación alta y persistente”, precisó.
El jefe del caso argentino, Luis Cubeddu, expresó que “la revisión se centró en evaluar el progreso desde la finalización de la primera revisión, actualizar el marco macroeconómico y llegar a acuerdos sobre un paquete de políticas sólidas para continuar afianzando la estabilidad macroeconómica y asegurar un crecimiento sostenido e inclusivo. En este contexto, se acordó que los objetivos clave establecidos al momento de la aprobación del acuerdo, incluidos los relacionados con el déficit fiscal primario y las reservas internacionales netas, permanecerán sin cambios hasta 2023. Este enfoque proporciona un ancla vital para continuar reconstruyendo la credibilidad y sostener el compromiso renovado de implementar el programa, en torno a los pilares de las autoridades referidos al orden fiscal y la acumulación de reservas”.
“La mayoría de los objetivos del programa cuantitativo hasta fines de junio de 2022 se cumplieron, con la excepción del piso de las reservas internacionales netas, principalmente debido a un crecimiento del volumen de importaciones superior al programado y demoras en el apoyo oficial externo. Posteriormente, un período de volatilidad en el mercado cambiario y de bonos fue detenido luego de medidas decisivas que corrigieron reveses anteriores y reconstruyeron credibilidad”.
“El marco macroeconómico de referencia revisado refleja un entorno global más difícil (presiones inflacionarias en curso, endurecimiento de las condiciones financieras y desaceleración del crecimiento) y las recientes presiones del mercado interno. No obstante, y en el contexto de acciones decididas por parte del nuevo equipo económico, las presiones del mercado se están disipando y la perspectiva de crecimiento permanece sin cambios en 4 por ciento para este año, antes de moderarse a la tasa potencial de 2 por ciento a partir de 2023″, indicó.
Las presiones inflacionarias
“Si bien las presiones inflacionarias siguen siendo fuertes, lo que resulta en revisiones al alza en el pronóstico de inflación, se espera una moderación gradual durante el resto de 2022 y 2023 lo que refleja una combinación de marcos de políticas macroeconómicas más estrictas, incertidumbres reducidas debido a la implementación sostenida del programa y la evolución proyectada de los precios mundiales de las materias primas”, precisó.
“En el frente de la política fiscal, el programa prevé el cumplimiento de un objetivo de déficit primario del 2,5 por ciento del PIB en 2022 y del 1,9 por ciento del PIB en 2023, como se destaca en el proyecto de presupuesto presentado recientemente. Las mejoras en las finanzas públicas se sustentan en (i) una mejor focalización de los subsidios a la energía, el agua y el transporte; (ii) una nueva priorización del gasto para asegurar la ejecución de proyectos de inversión críticos y la protección adecuada de los hogares pobres; (iii) controles de gastos fortalecidos, que a su vez deberían ayudar a contener los atrasos en los gastos; y (iv) esfuerzos para revisar los incentivos fiscales corporativos y fortalecer el cumplimiento de los ingresos”, indicó.
“Como lo demuestran sus acciones recientes, el Banco Central está comprometido con la implementación continua y más consistente del marco de política monetaria, que ya está generando tasas de interés reales positivas. Esto es necesario para fortalecer la demanda de activos en pesos, reducir las presiones externas y apoyar una reducción de la inflación alta y persistente, respaldada también por una reducción continua en el financiamiento monetario del déficit fiscal, que tendrá un tope del 0,8 por ciento del PIB este año (por debajo del objetivo del 1 por ciento del PIB) y se limitará al 0,6 por ciento del PIB en 2023.
“La implementación más decisiva de políticas macroeconómicas más estrictas debería respaldar un fortalecimiento del saldo de cuenta corriente, la competitividad externa y la cobertura de reservas. En línea con los compromisos del programa, se prevé que las reservas internacionales netas aumenten en US$9.800 millones durante el transcurso de 2022-23″, afirmó.
“En el aspecto estructural, se están dando pasos para fortalecer el mercado de deuda en pesos, la transmisión de la política monetaria, la gestión de las finanzas públicas y los marcos para combatir la evasión fiscal y el lavado de dinero, complementado con los esfuerzos de las autoridades para buscar acuerdos internacionales de intercambio de información. Los incentivos bien diseñados para alentar la inversión y el potencial de exportación de los sectores estratégicos, especialmente la energía, siguen siendo cruciales”, indicó.
“Agradecemos a las autoridades argentinas por las discusiones profesionales y por su compromiso decisivo para implementar el programa, que tiene como objetivo fortalecer la estabilidad económica y continuar abordando los desafíos profundamente arraigados de Argentina”, concluyó.
El organismo hizo el anuncio que el Gobierno espera para poder afrontar el vencimiento importante de deuda ante el organismo. Se trata del comunicado en que el staff técnico del FMI validaría que la Argentina podrá acceder a un próximo desembolso por USD 4.000 millones tras haber pasado la segunda revisión trimestral de metas. Resta que el directorio del organismo valide esta aprobación técnica para que se concrete el giro de fondos.
Los próximos pasos
El próximo paso tendrá lugar en el momento en que ese órgano de decisión evalúe el reporte que elaboró el equipo técnico encabezado por Ilan Goldfajn, director del Departamento del Hemisferio Occidental, y por Luis Cubeddu, jefe de la misión argentina, y en caso de aprobarlo -algo que se descuenta- la Argentina recibirá como consecuencia un nuevo desembolso, el tercero desde la firma del acuerdo con el Fondo en marzo pasado. Este lunes se verán las caras el presidente Alberto Fernández y Georgieva, tras lo cual podría conocerse la aprobación oficial del examen de las cuentas que hizo el organismo.
El Gobierno recibirá USD 4.000 millones desde el FMI pero afrontará vencimientos por casi USD 5.400 millones en todo el trimestre hasta diciembre.
Para ponerlo en números: el nuevo giro de Derechos Especiales de Giro (DEGs) del FMI sería de unos USD 4.000 millones, mientras que esta misma semana -entre miércoles y jueves- el calendario de devolución del crédito Stand By de 2018 prevé un repago cercano a los USD 2.600 millones. El desembolso, de todas formas, también deberá servirle a la Casa Rosada para afrontar todos los pagos del trimestre hasta la próxima revisión, prevista para diciembre. Esa cuenta suma otros USD 2.700 millones más.
Los desembolsos del Fondo Monetario son a lo largo de 2022 superiores a los pagos previstos al organismo, lo que dejaba un saldo neto positivo de fondeo desde el FMI. El año próximo el efecto será el contrario: el Ministerio de Economía deberá devolver unos USD 1.300 millones más de los que ingresarán por los cuatro desembolsos trimestrales.
El desembolso de USD 4.000 millones provendrá de la aprobación de la revisión de metas del segundo trimestre, cuando todavía era Martín Guzmán el ministro de Economía. El equipo de Massa defendió ante el staff del organismo el cumplimiento de los objetivos de déficit primario, de acumulación de reservas y de emisión monetaria para financiar al Tesoro nacional, y sentó las bases en la última negociación para el desarrollo del programa en lo que resta del año. Una primera certeza es que no habrá modificaciones en los grandes aspectos del acuerdo.
El comunicado de Georgieva tras la reunión con Massa hace una semana dejó ver algunos guiños del organismo sobre medidas de política económica de las últimas semanas, entre ellas la puesta en marcha del mecanismo de dólar soja para impulsar la liquidación del sector agroexportador y así ganar margen de acumulación de reservas con una fecha clave en el horizonte próximo: el 30 de septiembre el Banco Central deberá haber sumado de forma neta USD 4.100 millones.
El FMI también avaló “los parámetros fiscales y las políticas subyacentes para asegurar los objetivos de déficit primario existentes de 2,5% del PIB en 2022 y 1,9% del PBI en 2023, con énfasis en una mejor focalización de los subsidios a la energía, el transporte y el agua, junto con una mejor priorización del gasto y manejo estricto del presupuesto”.