Es para monotributistas de las categorías A y B, trabajadores informales y empleo doméstico.
Como parte del paquete económico para mitigar el impacto del coronavirus, el Gobierno dispuso un «Ingreso familiar de emergencia» de 10 mil pesos en abril. Es para monotributistas de las categorías A y B y trabajadores autónomos e informales. Alcanzará a cerca de 3.600.000 familias y estarán incluidos los empleados de trabajo doméstico.
El anuncio estuvo a cargo del ministro de Economía, Martín Guzmán y de Trabajo, Claudio Moroni. El eje central son aquellos trabajadores que no fueron alcanzados por algunas de las medidas de refuerzo de ingresos, como los jubilados y titulares de planes sociales y de Asignación Universal por Hijo (AUH).
El jefe del Palacio de Hacienda afirmó que la medida estará direccionada a empleados «que dependen del día a día» y que viven «una situación de angustia y desesperación» por el freno económico que provocó la cuarentena obligatoria.
Según Guzmán, con el ingreso familiar de emergencia «toda persona queda protegida por el Estado en esta situación de crisis», comentó desde la Quinta de Olivos.
El refuerzo salarial será cobrado por monotributistas de las dos categorías más bajas (A, de hasta $208.739 anuales y B, de hasta $313.108), trabajadores autónomos e informales y estarán incluidos los empledos del trabajo doméstico.
«En el mundo se están llevando a cabo tres esquemas para proteger a las sociedades. Transferencias de ingresos, proteger al trabajo y extensión de seguros de desempleo. Argentina es el único país que está realizando las tres cosas al mismo tiempo», dijo Guzmán.
«En principio será un pago único de 10.000 pesos. Podría repetirse si las circunstancias lo ameritan. Esto va a a beneficiar a 3,6 millones de hogares. El objetivo es que el Estado llegue a familias que no están protegidas por otras prestaciones. Es para trabajadores en situación de vulnerabilidad», concluyó Guzmán.