El mundo cambió aceleradamente este año y se volvió remoto, el trabajo se resignificó y dejó de ser aquel lugar donde se va sino a ser lo que el profesional hace.
Según un reciente estudio publicado por Workana, las empresas debieron afrontar diferentes retos para adoptar esta forma de trabajar 100% virtual. Los principales desafíos que manifestaron para implementar el trabajo remoto se resumen en: mantener la productividad del equipo (31,4%), modificar procesos (20%), adoptar herramientas de trabajo online (18,15) y entrenar a los equipos de trabajo para trabajar remoto (12,4%), entre otros.
A pesar de la preocupación de los líderes con el rendimiento de sus equipos un 63,1% de los encuestados cree que la productividad de los empleados aumentó o se mantuvo igual.
Así como las empresas comenzaron a percibir el valor del trabajo remoto, también lo hicieron los profesionales. Todos los consultados, tanto freelancers como empleados en relación de dependencia, evalúan que el trabajo remoto tiene beneficios. Es decir que consideran que suma, ya sea en relación con aspectos vinculados a la vida personal -como el balance entre la vida laboral y personal-, o en relación con aspectos orientados al trabajo -como la productividad-. Según la encuesta realizada con trabajadores en relación de dependencia, para quienes esta modalidad era una novedad, el 76,1% de estos profesionales manifestó haber podido realizar exitosamente su trabajo de manera remota durante la pandemia. Y de estos trabajadores, el 95,9% de ellos afirmaron estar satisfechos con el trabajo remoto, además de evaluar positivamente la adopción de nuevas herramientas de trabajo.
El trabajo remoto llegó para quedarse en las empresas
Los empleados definitivamente creen que es posible cumplir sus objetivos laborales, trabajando de manera remota. Y las empresas empiezan a pensarlo como una alternativa real. Por otro lado, el beneficio del home office es un valor que cada vez toma más fuerza y es tenido en cuenta por los trabajadores a la hora de seleccionar un trabajo. El 91% cree que trabajando en base a resultados es posible cumplir todo sin tener que trabajar exactamente 8 horas al día, todos los días, en una oficina, el 96,7% afirma que el beneficio del home office será un diferencial a la hora de elegir la empresa donde quiere trabajar y el 94,2% afirma que les gustaría seguir trabajando remoto después de la pandemia.
El 84,2% de las empresas están pensando en promover el trabajo remoto después de la pandemia y creen que el balance entre la vida laboral y personal es un aspecto al que tendrán que darle prioridad, contemplando además la flexibilidad en los horarios. Esto llevará a un trabajo más orientado a objetivos que al cumplimiento de jornadas laborales fijas.
“Desde Workana creemos que las empresas que liderarán equipos con éxito y sabrán fidelizar a las personas son aquellas en donde el trabajo será más flexible y el éxito del mismo será medido por el resultado ofrecido, y no por las horas trabajadas. Con la mirada puesta en el profesional, bajo una cultura Professional Centric que permita trazar estrategias alrededor de las necesidades de los profesionales que forman parte de la empresa y donde probablemente no será más el home office un beneficio, sino la modalidad de trabajo remoto como una propuesta estructural”, sostuvo Guillermo Bracciaforte, COO y Cofundador de Workana.
En este contexto VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) en el que vivimos, aquellas empresas que opten por continuar trabajando de manera remota (total o parcialmente) deberán acompañar esta estrategia con una readecuación de su cultura empresarial, contemplando las particularidades que esta modalidad implica y trabajando en estrategias y políticas internas que contemplen las necesidades de los profesionales, empezando hoy, porque el futuro del trabajo ya llegó.
Esto requiere que las empresas estén más atentas a lo que quieren sus empleados antes de tomar decisiones que puedan impactarlos. Aquellas que elijan esta estrategia estarán preparadas para desarrollarse en un contexto global dinámico y más competitivo, al lograr armar equipos de trabajo atrayendo y reteniendo talentos, a la vez de mantener a los profesionales motivados en su rol diario.