En el plano cambiario se destaca la clara tendencia negativa para los dólares alternativos al controlado dólar oficial, que retrotrajeron precios a niveles de noviembre del año pasado, cuatro meses atrás.
El desplome de los dólares bursátiles resalta aún más si se toma en cuenta que, tras las elecciones legislativas de noviembre, el Banco Central dejó de intervenir en este mercado -lo hacía al comprar bonos con dólares de las reservas- para pisar al tipo de cambio implícito.
Desde los valores máximos del 27 de enero, el “contado con liquidación” a través del Global 30 (GD30C) se desplomó 16,9% o 39 pesos, a $192 este viernes, mientras que el dólar MEP con el Bonar 30 (AL30D) cayó 15,6% o 34,86 pesos, a 189 pesos. En ambos casos, son sus precios más bajos desde el 15 de noviembre, unos cuatro meses atrás.
Algo similar ocurrió con el dólar libre, ahora ofrecido a 201 pesos, un mínimos desde el 29 de noviembre. Desde su récord de $222,50 de enero, la caída fue de 9,7 por ciento. Y en el transcurso de 2022, el “blue” desciende siete pesos o un 3,4 por ciento.
¿Qué hay detrás de esta baja?
1) Es fundamental el efecto a favor de la concreción de un acuerdo entre el Gobierno y el Fondo Monetario, que distiende el perfil de vencimientos de deuda externa y, por ende, la necesidad de dólares. No en vano, los dólares alternativos descendieron fuerte desde sus máximos históricos desde que el 28 de enero pasado, cuando el presidente Alberto Fernández anunció el entendimiento con el organismos.
2) Por otro lado, muchos inversores deciden desprenderse de divisas para pasarse a pesos y aprovechar la suba de tasas impulsada por el Banco Central y también los altos rendimientos de corto plazo que brindan los bonos del Tesoro, lo que se llama “carry trade” en la jerga financiera.
3) A su vez, el inicio inminente de la temporada alta de liquidación de exportaciones del agro, durante el otoño austral, garantiza al Banco Central una abundante oferta para recomprar reservas. En este aspecto, el Banco Central sumó en marzo USD 460 millones en siete ruedas consecutivas de compras netas en el segmento de contado. También pasó a positivo en el primer tramo de 2022, pues el saldo a favor de la entidad por sus intervenciones sumó unos 137 millones de dólares.
“Se extiende la etapa de compras del BCRA aprovechando una mayor liquidación de exportaciones, lo cual resulta positivo como alivio para las reservas, con la ayuda además de las últimas medidas sobre el crawling-peg y las tasas. Los dólares financieros siguen desinflándose a partir de dichas señales, así como también de mayores apuestas hacia el carry-trade que continúan contribuyendo a la reducción de la ‘brecha’, ya en el 80% y con posibilidades de contracción adicional de extenderse el ‘momentum’”, comentó el economista Gustavo Ber.
4) Hay menos emisión. En las últimas semanas quedó más claro la intención oficial de obtener financiamiento a través de la colocación de bonos en pesos a manos del Tesoro en lugar de la emisión directa del Banco Central. Esta señal monetaria le quitó impulso a la búsqueda de cobertura en el billete verde.
“El contado con liquidación estaba bastante presionado por la salida del desarme de carteras de los fondos de afuera. No obstante, en los últimos días, esa salida se frenó y planchó al contado con liqui, que viene manteniendo una cierta tranquilidad”, sintetizó Nicolás Chiesa, director de Portfolio Personal Inversiones.
“En la actual coyuntura, el mercado ve atractivo todo lo que tiene que ver con la deuda que indexa por CER -es decir, que ajusta por inflación-. El tema es que la deuda de más corto plazo está rindiendo CER negativo -pagan menos que la inflación-; por eso, muchos inversores están rotando su cartera para pasarse a activos CER más largos. Por su parte, en las últimas ruedas, los atados a tasa Badlar también despertaron bastante interés y se observó una mayor demanda. Hay bonos Badlar que venían muy olvidados, pero hoy están rindiendo por encima (Badlar + spread). En tanto, los activos dólar link en su momento estuvieron muy demandados, pero hoy el mercado no está apuntando a una devaluación brusca”, agregó Chiesa.
5) Otro cambio en la estrategia oficial, que se relaciona al acuerdo con el FMI y que tuvo recepción positiva entre agentes del mercado, es el de validar una devaluación del peso más rápida, acorde a una inflación que sigue por encima del umbral del 50% anual.
Aunque el Banco Central aclaró que no habrá un salto abrupto del tipo de cambio, el dólar mayorista sube en 2022 un 6%, hasta los 108,90 este viernes. Aunque este avance continúa detrás de la inflación (más de 8%), no implicó una perdida de competitividad cambiaria, pues importantes socios comerciales, como Brasil, apreciaron su moneda.
A la vez, redujo la la brecha cambiaria con el “blue” al 84,6%, la más corta en casi seis meses, desde el 13 de septiembre de 2021 (84,3%). Y esa brecha es aún más baja si se toman en cuenta los dólares bursátiles, una señal tranquilizadora si se toma en cuenta que llegaba a superar el 100 por ciento seis semanas atrás.
Desde el Banco Central argumentaron a Infobae que “la brecha se compara entre dólar similares, que se pueden comprar. El dólar oficial informado a diario por el BCRA según la comunicación A 3500 es promedio de precio mayorista de SIOPEL (plataforma de operaciones del Mercado Abierto Electrónico). Ni siquiera es el que paga el importador. El banco compra al exportador y le carga el spread para vender al importador. El promedio entre compra y venta mayorista es el A 3500. Ese dólar A 3500 es el que se utiliza para la fijación de precios de la economía”, mientras que “el dólar MEP es un dólar financiero, que se utiliza para dolarizar ahorros”.
Mientras que el dólar oficial sube 6% en 2022, el “blue” baja 3,4%, y el “contado con liqui”, un 6,7%
En este aspecto, desde el BCRA aclararon que se “están comparando el precio de venta de un producto financiero, el MEP, contra el precio promedio mayorista comercial. Lo correcto sería comparar el MEP con el precio de venta de Banco Nación (BNA), sin los impuestos de 65%. Para las operaciones financieras de los hogares, el dólar relevante es el del BNA más impuestos. Esa es la brecha que se debe mirar.”
Y añadieron que “el precio de venta Banco Nación de 114 pesos contra el precio de venta MEP de 190 pesos. Considerando eso, la brecha está en 66%. Esa es la brecha que se considera en los análisis. Y fundamentalmente, se mira la evolución que es la que determina la expectativa. Por supuesto que preocupa tanto la estabilidad de la brecha como su nivel siga bajando en el marco del acuerdo con el FMI”.
Juan Gasalla
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