El salto del dólar agudizó el ocaso del plazo fijo. El stock de esos depósitos, que ya vegetaba, cayó en $ 2671 millones tras el despertar del billete.
Al desaliento que motivaban las tasas de interés negativas que pagan los bancos (16,7% promedio por las colocaciones minoristas versus una inflación esperada que supera 20%) y la competencia que les planteaban en este sentido las Letras del BCRA (Lebac) al ofrecer 25,5% de rendimiento, se les agregó en la última quincena el despertar del dólar.
"Fue un factor que cambió la ecuación en la cabeza del ahorrista promedio. Mucha gente mide el rendimiento del plazo fijo con relación al dólar, por lo cual mientras el billete está planchado renueva su colocación, pero cuando comienza a moverse se pone más renuente", concedieron en un banco privado líder.
En mayo, el dólar, que se había mantenido planchado o con tendencia a la baja en los últimos meses y apenas había reaccionado a los intentos oficiales por hacerlo subir (el anuncio sobre reservas y la posterior intervención oficial sobre el mercado), aumentó 4,2% promedio su precio. Fue tras dispararse en la última parte del mes cuando se reactivó la crisis política en Brasil.
De esta manera, su valor al público se ubicó cómodamente sobre la frontera de los $ 16, aunque tendió a estabilizarse en los últimos días (cerró ayer a $ 16,32, tras ceder otros seis centavos y haber alcanzado un máximo de 16,41 hace 10 días).
Ese rendimiento en el mes casi duplicó el que entregaron las Lebac (2,22%) y ridiculizó la renta del 1,4% que entrega un plazo fijo en pesos, ya de por sí baja en tiempos en que la inflación se ubicó arriba del 2% en los últimos meses. Y pareció terminar de convencer a los ahorristas más tradicionales de evaluar otras alternativas.
Fue entonces cuando el stock total de plazos fijos privados, que ya vegetaba (crecía apenas un 18,5% interanual frente a una inflación anualizada que se estima por encima del 24%) comenzó a caer al punto de cerrar mayo con una baja de $ 2251 millones (se redujo de $ 550.646 millones a 548.395 millones).
La caída se agudizó en la última parte del mes, en especial luego del salto de $ 15,91 a $ 16,27 que tuvo el dólar el 18 de mayo, como reflejo de la crisis en Brasil. La noche anterior había trascendido una grabación que involucraba al presidente Michel Temer en un caso de presunta corrupción, lo que haría que el real se desvalorizara casi 9% el día después.
Mientras tanto, aquí el stock de PF en pesos, que había alcanzado los $ 551.066 millones el viernes 19, comenzaría a retroceder hasta disminuir en $ 2671 millones desde entonces, lo que no alcanzó a ser compensado por el aumento en $ 29 millones que mostrarían desde entonces los PF indexados, que, tras repuntar fuerte en marzo (cuando subieron en más de $ 700 millones), también tuvieron en los últimos meses un magro desempeño.
En los bancos el fenómeno es seguido con atención, pero sin preocupación. El sistema cuenta con una elevada liquidez (del 32,5%) y la demanda de crédito en pesos sigue anestesiada, por lo que no se plantean aún retoques al alza en las tasas para tratar de retener ahorristas. En especial porque no ven el dólar con capacidad de generar muchas más sorpresas en el corto plazo.
Nuevo jugador en el mercado del leasing
El Banco Columbia, una entidad básicamente dedicada a la financiación de consumos, llegó a un acuerdo para adquirir la mitad de MSM, una compañía de leasing creada por la familia Prieto para estimular las ventas de su concesionaria Colcar, parte de la red de Mercedes-Benz Argentina. La operación, que tiene pendiente la aprobación del BCRA, implicará para el Columbia "ingresar al negocio del leasing, ya que se en esta asociación estratégica tendremos a cargo la financiación de las operaciones de camiones y vehículos de transporte", explicó a la nacion Miguel Monguzzi, director del banco, que aclaró que la compra implicará además una capitalización la entidad.