Con el declive del salario real y un enfriamiento en la actividad económica, se prevé que no haya un aumento significativo en la tasa de desempleo, pero sí un incremento en empleos de menor calidad.
A pesar de que la tasa de desempleo cayó al 5,7% en el tercer trimestre desde el 6,2%, y se anticipa una recesión, se estima que el desempleo no experimentará un aumento considerable el próximo año, según un informe de Ecolatina.
Aunque el desempleo según el Indec ha alcanzado mínimos históricos, se vislumbran desafíos para el mercado laboral en 2024.
Según Ecolatina, la disminución significativa del poder adquisitivo, especialmente en los primeros meses del año, resultará en un aumento de personas que buscan trabajo para compensar los ingresos familiares mermados.
«Al mismo tiempo, la fuerte recesión probablemente conllevará la pérdida de empleos formales en sectores específicos, sobre todo aquellos más ligados a la demanda interna, como la construcción, debido a los crecientes costos en dólares y posibles paralizaciones en obras públicas. Además, los sectores productivos más dependientes de protección podrían sufrir más con la apertura comercial», señaló la consultora en su informe.
«Sin embargo, esta potencial masa de desempleados no necesariamente implicará un aumento sustancial en el desempleo. Incluso en un escenario crítico, es probable que parte de la pérdida de empleos formales migre hacia trabajos informales y autónomos, que suelen tener una calidad laboral inferior. Aunque no es una situación deseable, podría frenar el aumento del desempleo, situándolo en torno al 8%», aclaró.
«A pesar de esto, la amenaza del desempleo y el cambio hacia empleos de menor calidad podría influir en la moderación de las demandas salariales en los próximos meses. Aunque esto podría ayudar a evitar un aumento nominal de los salarios, conllevaría a una mayor recesión y una disminución del poder adquisitivo», agregó.
El Índice de Salarios de octubre registró un aumento del 8,3%, igualando la tasa de inflación de ese mes.
A pesar de ello, en términos anuales, mientras la inflación alcanzó el 142,7%, el incremento salarial fue del 139,1%, lo que llevó a una caída del 1,5% en los salarios reales en comparación con octubre de 2022, según un informe de ACM.
En cuanto al acumulado anual hasta octubre, los salarios aumentaron un 112,8%, mientras que la inflación llegó al 120%. En este período, el sector no registrado fue el más afectado, experimentando una disminución del poder adquisitivo del 16,1%.
Ecolatina sostiene que las características principales del mercado laboral no cambiarán con el cambio de gobierno. «Habrá más personas trabajando o buscando empleo para complementar ingresos bajos, y la calidad del empleo seguirá disminuyendo, ya que es probable que trabajadores formales migren hacia la informalidad o el trabajo autónomo. Las reformas para flexibilizar el mercado laboral podrían incentivar una mejora en la formalidad, pero su impacto dependerá del crecimiento económico», concluyó la consultora.
LCG proyectó en la misma línea: «Para 2023, esperamos que la oferta laboral se mantenga alta debido a la necesidad de los hogares de complementar ingresos ante la caída del poder adquisitivo en los últimos meses».
«Además, el manejo de restricciones puede afectar la inversión, la actividad y, por ende, la creación real de empleo. En este contexto, no prevemos cambios significativos, salvo el crecimiento natural, sin un aumento equivalente en la creación de empleo. Esto podría llevar a un aumento en la tasa de desempleo, que estimamos podría acercarse al 7% para el resto del año», agregó.