“La situación es insostenible” advirtieron en un comunicado las seis cámaras que nuclean a los productores de biocombustibles en nuestro país.
Ello debido a que los precios del bioetanol y el biodiesel se encuentran congelados desde el mes de diciembre de 2019. Y sumado a esto una caída de la demanda del 25% durante este año que agrava aún más la situación de esta importante actividad productiva y que pone en riesgo las fuentes de trabajo de miles de familias.
Por esta razón las cámaras le advirtieron por medio de una nota al ministro de Economía, Martín Guzmán, que sus asociados están “en una situación insostenible” después de “tres años de perjudiciales y sucesivas modificaciones en los procedimientos de determinación de precios (2017 a 2019)”, nueve meses de congelamiento y una caída de la demanda de más del 25% en 2020.
Las entidades que realizaron el reclamo son la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, la Cámara Argentina de Biocombustibles, la de Bioetanol de Maíz, la de los Productores de Biocombustibles en Origen, la Santafesina de Energías Renovables y el Centro Azucarero Argentino. También le recordaron al ministro que, cada una y por separado, ya hicieron presentaciones solicitando la urgente publicación de un precio que compense costos y contemple una utilidad razonable.
Además, hicieron una clara descripción de la situación particular de las diferentes producciones:
Todas las plantas de biodiesel que abastecen el mercado interno se encuentran paradas por el colapso derivado del precio fijado en diciembre de 2019. Las plantas de bioetanol de caña de azúcar, en plena zafra, registran costos muy por encima del precio congelado. Esto, sumado al elevado costo financiero que origina la estacionalidad para distribuir el abastecimiento en 12 meses, configura un quebranto económico para la actividad. La industria de bioetanol de maíz opera intermitentemente, agravada por los fuertes aumentos del maíz (35 por ciento desde mayo), materia prima que representa el 60 por ciento de los costos de producción.
El planteo del sector de biocombustibles se fundamenta en que la ley 26.093 crea un Régimen de Promoción que prevé la obligación del Estado de establecer un precio oficial para esos productos, que compense los costos y una utilidad razonable, lo que se incumple desde hace varios años, agravándose al extremo desde el congelamiento de diciembre pasado.
Para urgir una solución, las cámaras solicitaron al ministro y al secretario una audiencia a la que “sería deseable que también sean convocados los ministros competentes de las provincias de la Liga de Provincias Bioenergéticas, quienes conocen perfectamente al sector”.