Ya anunciadas las nuevas políticas que el Gobierno planea para los próximos meses desde el Ministerio de Economía con el fin de activar el consumo, pero también de mesurar los precios en las góndolas, esta mañana el secretario de Comercio, Matías Tombolini, dio más detalles sobre cómo será la implementación de Precios Justos, el programa que busca complementar a Precios Cuidados, y del Plan 30, que permitirá comprar electrodomésticos en 30 cuotas fijas.
Con respecto a Precios Justos, comentó en Radio 10 que buscarán avanzar con la iniciativa durante noviembre, con 20 o 30 compañías “formadoras de precios”, que representan 65% del consumo masivo de la Argentina, para dar previsibilidad en las góndolas. “Por eso el ministerio está impulsando esta idea de lograr que el precio esté impreso en la etiqueta, para que conforme pasa la semana podamos ver este orden de precios en las góndolas”, explicó sobre este plan, que esperan extenderlo entre 90 y 120 días, y que incluirá de 1500 a 2000 productos de cuidado personal, de limpieza del hogar, y alimentos y bebidas. “Todos los rubros principales”, aclaró Tombolini.
«El desafío de precios de packaging presenta cuestiones de carácter operativo y así aparecen los desafíos que estamos intentando abordar. 1500 a 2000 productos es la aspiración de esta etapa porque tenés productos de alta rotación, donde tal vez sea más fácil avanzar con el precio en packaging; y aquellos de una rotación menor o que están más stockeados, que tengan una llegada con precios de packaging tal vez alguna semana posterior”, explicó sobre esta decisión de incluir los valores en los envases, que habría despertado cierta resistencia en el empresariado.
Para esto se tomó en cuenta “la velocidad de acumulación de las empresas en términos de sus ganancias” que, según dijo, “fue muy por encima de la evolución de los salarios”. Entonces, planteó: “Esa ganancia diferencial permite generar las condiciones para aspirar a este programa de Precios Justos”.
Después ahondó sobre el Plan 30, que permitirá comprar televisores, aires acondicionados de bajo consumo y telefonía celular en 30 cuotas fijas. Dijo sobre eso que el programa tendrá una tasa nominal anual de 48%. “35 puntos abajo de lo que pagan por el plazo fijo”, aclaró Tombolini, quien destacó de esta iniciativa que el alto número de cuotas -inexistentes desde 2015, según dijo- permitirán bajar el monto de cada una y facilitarán el acceso a estos bienes.
“Es una medida de promoción del consumo popular y tiene que ver con otra medida: cómo se va a comercializar este programa”, indicó el secretario sobre esta decisión que sobre todo pretende dinamizar la compra de televisores por el Mundial de Qatar. Al respecto, adelantó que los locales adheridos a este plan podrán hacer ventas online, pero deberán tener como requisito indispensable una sede física con comercialización al público y vendedores. “Si tenés un local o comercio con sede física, podés participar del programa”, resumió.
De ambas medidas todavía falta definir la fecha exacta en que comenzarán a regir. Se suman a ellas el aumento en el piso de ganancias a 330.000 pesos desde noviembre y un bono “para los sectores más vulnerables”, según confirmó el presidente Alberto Fernández ayer.
Tras aseverar que, para el Ministerio de Economía a cargo de Sergio Massa, “la hoja de ruta es orden fiscal y la acumulación de reservas”, Tombolini precisó que desde su cartera hacen 100 salidas diarias para controlar y fiscalizar los programas ya vigentes en los supermercados y los acuerdos con los textiles. “El cumplimiento es diverso. El textil tuvo un cumplimiento bastante positivo. Este fin de semana tuvimos 387 actas: 250 de Precios Cuidados y 105 en Ahora 12. Recordemos que Ahora 12 admite productos de industria nacional y allí también hay que verificar el cumplimiento”, detalló el secretario.
También contó que el viernes pasado se hicieron multas por 404 millones de pesos a supermercados por infracciones en estos Precios Cuidados, vinculadas al no respeto de los valores, a fallas en la exhibición de los productos y a distorsiones entre los precios dispuestos en las góndolas y lo que finalmente se cobra en caja.
