La inflación en Brasil volvió a caer en Brasil el mes pasado mientras que en la Argentina se ubicó cerca del 7 por ciento.
Por: Martín Kanenguiser
En el país más grande del Mercosur el índice de precios registró una baja del 0,3%, mientras que las consultoras privadas argentinas informaron una suba que rondó entre el 6,5 y 7 por ciento el mes pasado, en un camino divergente que ya se registró en julio.
De este modo, el país más grande de Sudamérica terminaría con una inflación del 7 al 8 por ciento este año y la Argentina entre el 90 y el 100 por ciento, aunque algunas consultoras prevén un índice mayor.
Además, el índice interanual en Brasil bajó del 10,07 % interanual en julio al 8,73 % en agosto, el nivel más bajo desde junio de 2021, informó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística. De este modo, en los primeros ocho meses del año, la inflación se situó en el 4,39 %, según las agencias internacionales de noticias.
El país más grande de Sudamérica terminaría con una inflación del 7 al 8 por ciento este año y la Argentina entre el 90 y el 100 por ciento, aunque algunas consultoras prevén un índice mayor
Así como ocurrió en julio, la desaceleración de los precios de agosto se basó, en buena medida a la caída del precio de los combustibles, que cayó un 10,28 %, por la reducción de impuestos federales aprobada por el gobierno del presidente Jair Bolsonaro, quien buscará su reelección en los comicios del próximo 2 de octubre.
De los nueve grandes rubros analizados por el IBGE, dos registraron deflación -transportes (-3,37 %) y comunicación (-1,10 %)-, mientras que subieron el resto de los grupos, entre ellos alimentos y bebidas (0,24 %) y vivienda (1,69 %).
De todos modos, el incremento de los precios registrado en Brasil en los últimos meses ha obligado al Banco Central a elevar las tasas de interés, que se ubican en el 13,75 % anual, su nivel más alto desde 2016, y el Banco Central indicó que podría subirlas hasta el 14 % en su próxima reunión.
El banco Itaú señaló que “la deflación en el mes todavía se vio beneficiada por las medidas fiscales y los recortes del precio de la gasolina en la refinería anunciados en julio y agosto. Por un lado, los precios industriales subyacentes mostraron una sorpresa al alza, especialmente los de cuidado personal (típicamente más volátiles), pero también en el grupo de ropa”.
“El repunte fue mayor de lo esperado, lo que indica que la desinflación de esta medida subyacente puede ser más lenta durante el segundo semestre del año. Por otra parte, los servicios se mantienen en niveles elevados, pero sin mayor aceleración en el margen. El IPCA EX3 (medida básica de los servicios y la industria) se mantuvo prácticamente estable, pero aún en un nivel elevado, mientras que el índice de difusión aumentó hasta el 65,2%. Prevemos que el IPCA se sitúe en el 7% a finales de año, con un sesgo a la baja dados los recientes resultados y las revisiones a la baja de los meses de septiembre (que probablemente mostrarán una mayor deflación) y octubre”.
Cabe recordar que en 2021 Brasil con una inflación del 10,06%, la mayor tasa acumulada desde 2015, cuando el índice fue del 10,67 por ciento.
Además, para este año, el Banco Central se fijó una meta de inflación del 3,50 % con un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales, aunque ya ha admitido que la misma no será cumplida este año.
Por su parte, los economistas del mercado financiero estimaron que Brasil cerrará con una tasa de inflación del 6,61 %, por debajo del 7,11 % previsto hace cuatro semanas, mientras que para 2023 se espera una inflación del 5,27 por ciento.
El panorama local
El Indec informará el próximo miércoles el índice de precios al consumidor (IPC) del mes pasado, luego del 7,4% de julio, mientras que las consultoras registraron un nivel del 6,5 al 7 por ciento, del 55% desde enero y del 76% los últimos 12 meses.
En el caso de C&T, el relevamiento de precios minoristas para GBA “presentó un incremento mensual de 6,7% en agosto, la segunda variación más elevada del año luego de la de julio (7,6%). De esta forma, la variación de doce meses trepó a 75,9%, ritmo comparable al de enero de 1992″.
En particular, el rubro de Transporte y comunicaciones “fue el rubro de mayor alza de la mano del ajuste de 40% en el transporte público. Sobre el fin de mes se destacó el aumento de los combustibles; e indumentaria volvió a subir significativamente, como en julio, a pesar de no ser un mes estacionalmente fuerte”. A su vez, “en bienes y servicios varios pesaron el incremento de los cigarrillos que se dio a fines de julio y el notable salto de los artículos de tocador y Alimentos y bebidas creció 7,5%, con aumentos generalizados en sus componentes, aunque debe destacarse el alza de frutas y verduras”. En tanto, en salud “fue determinante el incremento de 11% en las empresas de medicina prepaga y en equipamiento y mantenimiento del hogar hubo influencia del recientemente decretado ajuste en el sueldo de las empleadas domésticas”. Finalmente, “en vivienda el aumento de sueldo para los encargados de edificio jugó un papel importante”.
Por su parte, ECO GO informó que su relevamiento de precios se ubicó en el 6,9% el mes pasado y que llegaría al 6,3% este mes; además, proyectó que terminará en el 99,6% en diciembre próximo. Para septiembre, el estudio que dirige Marina Dal Poggetto dijo a Infobae que el índice se verá traccionado por las subas en cigarrillos, colegios bonaerenses, las nuevas tarifas de electricidad y gas, subtes, expensas y aumento para las empleadas de casas particulares.
La visión de los analistas
Marcelo Elizondo sostuvo que la caída de los precios se explica en Brasil “primero por la suba de la tasa de interés y segundo, lo más importante, por reducciones impositivas, sobre todo los impuestos que se componen de la tarifa de los servicios públicos”.
“Cuando vos tenés una economía estable, la baja de impuestos se refleja en precios, con una reforma impositiva, incluso con la reducción de aranceles a las importaciones que impulsó, algo que impacta en el Mercosur y que la Argentina no ha querido acompañar. Es un proceso sistémico de reducción de costos”, afirmó Elizondo.
Gabriel Zelpo dijo que el factor principal fue “la baja de los impuestos a los combustibles en forma temporal y también se observó una deflación en bienes industriales, relacionada a la baja de impuestos a los productos industriales que realizó Bolsonaro y que no es temporal”.
Luis Palma Cané agregó que “con suba de tasas y baja de impuestos Brasil está haciendo lo que tiene que hacer un país cuando quiere bajar la inflación, con un plan de estabilización y reformas para que la inflación pueda terminar el año cerca del 7% que quiere el banco central, frente a los disparatados índices de la Argentina”.