En una presentación desarrollada en el salón de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Melconian presentó su “Plan económico integral” de cara al 2023, “sin descalificaciones, para todos los candidatos y sin inventar nada: uno más uno debe dar dos”
Por: Martín Kanenguiser
Melconian comenzó su exposición, luego de ser presentado por la titular de la Fundación Mediterránea, María Pía Astori, afirmando: “No estamos dispuestos a vivir en un país en decadencia ni en un país mediocre; tenemos que encontrar una moneda fuerte”.
“Queremos un país capitalista y occidental”, subrayó, al afirmar que “este no será un programa macroeconómico, sino un cambio de organización económica, más estabilidad”.
“Deportivamente me toca en un buen momento y queremos hacer un plan para poner a la Argentina en el lugar que se merece, para que no se vaya nadie más del país”, indicó. Enfatizó que el Ieral no trabaja “para ningún candidato en particular”, aunque consideró que “el próximo gobierno será de coalición”.
Su exposición comenzó por el diagnóstico y la descripción de la “agenda de estabilización”, con premisas simples: “Acá, uno más uno tiene que dar dos”, expresó.
“El programa debe ser consistente desde la macro; debe tener un rumbo, como el que tuvo el gobierno del 2016 al 2019″, afirmó.
“Este no es un país para un Remes Lenicov porque antes no hubo una década del 90 sin indexación. Así que el plan es aguantar hasta que venga una coalición, que primero debe tener acuerdos internos de un país que está partido, porque cuando uno mira el resultado electoral se refleja entre el conurbano y las provincias del interior”, indicó.
“No le tenemos a la palabra ajuste: con más gasto público y más presión tributaria, duplicamos la pobreza y casi no crecemos. Entonces, ¿quién hizo el ajuste?”, advirtió.
“Estamos con 80 años de 145% de inflación en promedio, salvo los 90; por eso acá no hay que hacerse el vivo: el que dice que bajar la inflación es fácil, está expulsado del equipo”, aclaró. También, se refirió a la profunda caída en la tasa de inversión, cada vez más lejos del 25% del PBI que necesita el país para crecer en forma sostenida.
“Con 1800 puntos básicos de mercado de capitales no hay mercado de capitales. No se ofendan los que están acá”, dijo, con su habitual tono.
“El shock de confianza es imprescindible, pero dura poco tiempo: hace falta un programa integral que reordene el vínculo entre lo privado y lo estatal, que no debe sustituir ni ser un escollo para el sector privado”, dijo, antes de aclarar: “Aunque mucho de estas cosas parecen obvias, han quedado olvidadas”.
“No hemos hecho ninguna reforma laboral, pero hay 7,8 millones de trabajadores informales y privados formales hay 6 millones, con 1,5 millones de desocupados y 4,2 millones de personas con problemas laborales. La mitad de la población está cerca con problemas de pobreza: 40 puntos que no deben ser abordados solamente en términos sociales, sino también sociales”, explicó.
“La suba del gasto es infinanciable y eso se se cubrió con emisión y deuda. La alta deuda del Banco Central es un impedimento para estabilizar también”, aclaró.
Para este programa, afirmó, “se va a necesitar mucha asistencia legal, porque hay muchos problemas” y de inmediato aclaró: “Siempre les pido a ambos lados de la grieta que dejen de lado a los denunciadores seriales, que son unos chantas”.
“El gasto público tiene que bajar en forma sustentable en el tiempo; no tiene sentido hacer una dieta una semana y luego volver a subir de peso”, indicó.
Afirmó que hace falta una ley “ómnibus” con marco legal tributario, de relación con las provincias, con desregulación capitalista y marco de inversión en energía y reformas en los planes sociales. “No van más los subsidios a las tarifas; estamos probando desde 2003, hay que introducir racionalida”, sentenció.
“Hay que reformar los convenios laborales, porque hay joda y kiosco en esto; y los que más lo sufren son las empresas chicas, no los grandes”, expresó casi a los gritos. “Los derechos de los trabajadores se favorecen eliminando la informalidad y con empleo de calidad”, aseguró.
Con las provincias, agregó, “debe haber una reforma de corresponsabilidad fiscal”, para que las cuentas públicas sean más eficientes. En particular, dijo que hay que estudiar “el capítulo de la provincia de Buenos Aires, porque cuanto más sumás ahí, más gente viene acá”.
Entre los invitados, estaban Eduardo Eurnekian, Martín Cabrales, Rodolfo D’Onofrio, Guillermo Dietrich, 7538: Miguel Acevedo, José Urtubey, Guillermo Stanley, César Litvin, Félix Mantilla, además del anfitrión, Adelmo Gabbi. Además, estaban los economistas Juan Luis Bour, Gabriel Rubinstein y, por supuesto, el socio histórico de Melconian, Rodolfo Santángelo, y Pablo Goldín, uno de sus principales colaboradores en Macroview.