Por Martín Kanenguiser
Los bancos y fondos internacionales advirtieron que el Gobierno debe mantener su estrategia de normalizar la situación de la deuda en pesos y contar con el asesoramiento necesario para evitar nuevos traspiés como el que ocurrió ayer con la licitación desierta del bono dual.
Así lo indicaron a Infobae calificadas fuentes del sistema financiero internacional, que indicaron que el Gobierno debe evitar a toda costa una mayor disrupción del mercado de deuda en pesos.
El resultado de ayer, indicaron, refleja “el riesgo de implementación del programa financiero y la necesidad de tener el feedback del mercado más aceitada», a través de una relación permanente.
“Se debería priorizar que no haya una mayor disrupción en mercado de deuda en pesos, que es lo que se estaba tratando de hacer desde diciembre hasta ahora”, indicó la fuente desde los Estados Unidos.
La fuente destacó, tras haber pasado por Buenos Aires, que la financiación en pesos es la única herramienta que tendrá disponible el Gobierno mientras no termine de renegociar la deuda con los acreedores privados. Y aseguró que el equipo económico que lidera Martín Guzmán entiende esta estrategia, pese al fracaso de la licitación de ayer.
“La mejor opción es cumplir con el pago de pasado mañana y ofrecer un bono con una tasa que tenga un nivel suficiente como para que la gente no corra de los pesos a los dólares”, expresó la fuente.
Sobre el nivel de tasas, el ejecutivo insistió que, dado que el equipo económico dejó en claro que su objetivo prioritario es reducir la inflación, debe mantener un nivel de rendimiento atractivo sin entrar en un terreno negativo.
“Deben seguir utilizando la liquidez en pesos atrapada por el cepo”, sostuvo.
Todos los fondos de inversión que llegan estos días a Buenos Aires reconocen las buenas intenciones del equipo que lidera Guzmán pero observan dos limitaciones clave para que el programa financiero tenga éxito: la falta de un asesoramiento por parte de gente experta en el mercado y los reparos internos que deben sortear cada vez que deben tomar una medida por la heterogeneidad de la coalición interna del Gobierno.
“El equipo quiere resolver el tema pero todavía está viendo cómo funciona el Estado y la situación interna del oficialismo. A eso se suma la ansiedad del mercado”, admitió.
Sobre la situación política, afirmó que “al ser una coalición que tiene a Cristina Kirchner como una dirigente muy fuerte, el equipo económico también debe lidiar con problemas de credibilidad en el exterior”. Es que el mercado siempre se pregunta qué pasaría si fallara la estrategia planteada por el presidente Alberto Fernández y el temor de algunos inversores es que la ex presidenta tome las riendas en materia económica.
A horas del inicio de la misión del Fondo Monetario Internacional en Buenos Aires, para renegociar el acuerdo firmado por el gobierno de Mauricio Macri, la fuente aseguró que el equipo económico todavía no parece tener en claro el tipo de relación que quiere mantener con el organismo multilateral de crédito.
Las cuestiones técnicas, aclaró, son menos relevantes que la elección de un rumbo con los acreedores.
“La expectativa es que se logre cierta confianza al cerrar el tema de la deuda y luego presentar públicamente el programa económico, pero puertas adentro saben que es clave bajar la inflación con todas las herramientas posibles”, detalló.
Para reducir la inflación, insistió, es clave “manejar las expectativas para que los precios no se desborden». Eso implica saber qué pasará en materia fiscal -es decir, qué hará finalmente el gobierno en materia de actualización de las jubilaciones-, en el plano monetario -si las tasas seguirán bajando o no- y en señales hacia la inversión. Y es en este terreno donde aparecen las mayores dudas por las medidas adoptadas por el Ministerio de Desarrollo Productivo que frenó la aplicación de la ley de la Economía del Conocimiento, impuso mayores restricciones a las importaciones y no definió el nuevo marco regulatorio para el desarrollo de Vaca Muerta. “Aunque mañana alguien viniera y pagara con un cheque toda la deuda, la pregunta sería: ¿cómo va a crecer el país”, afirmó otro veterano del sistema financiero desde Nueva York, con una mezcla de pena y escepticismo por el crítico contexto del país.