Ott Tanak dio un paso de gigante hacía su primer título mundial encabezando un gran triplete de Toyota en el Rally de Alemania.
Ott Tanak y Toyota dieron dos pasos muy distintos pero en la misma dirección: el título mundial. El estonio con su victoria, y el desastre casi total de sus rivales, acaricia su primer título mundial. La debacle que tiene que sufrir es de dimensiones siderales. Pero viendo la calma y aplomo que transmite la pareja estonia, apostar contra ellos es una temeridad. Han sumado la quinta victoria del año, segunda consecutiva y tercera, consecutiva también, en Alemania.
Por su parte Toyota ha logrado el resultado que soñaron para Finlandia, el triplete, y eso los pone virtualmente empatados con Hyundai en el campeonato. Desde el Rally Safari del 93 no conseguía la marca japonesa un triplete. La exhibición de las huestes de Tommi Makinen, unido a la suerte que los abandonó en algún momento de la temporada, ha sido demoledora.
Kris Meeke arregló su accidente de Finlandia con la 2ª posición, completando una prueba muy sólida y regular. Más altibajos sufrió Jari Matti Latvala, que cerró el podio a pesar de sufrir algo más para llegar a esa posición. De hecho hoy domingo Dani Sordo le apretó las clavijas.
La cuarta posición del español y quinta de Thierry Neuville significan para Hyundai, sin más consideraciones, un desastre. Pero no hay que olvidar el problema que sufrió Sordo el jueves cuando estaba dando réplica a Tanak. Y tampoco hay que pasar por alto el pinchazo de Neuville ayer cuando era el único que seguía el ritmo del estonio en Baumholder. El título de pilotos parece escapársele al belga un año más aunque no se rindió y se llevó los 5 puntos de la Power Stage. Pero Hyundai necesita de su mejor versión para luchar por el de constructores.
Andreas Mikkelsen fue la apuesta de Andrea Adamo para Alemania en vez de Sébastien Loeb. La razón, de peso, fue que el francés saldría muy atrás el viernes y eso lo penalizaría mucho. La realidad es que Mikkelsen, que no pisaba el asfalto desde Montecarlo, no ha estado en ritmo en ningún momento. En esta última etapa batalló con Esapekka Lappi por la 6ª posición.
Por su parte, el desastre en Citroen ha sido tremendo. Sébastien Ogier también sufrió un pinchazo ayer cuando intentaba ser 3º aunque con pocas esperanzas. Hoy sus ataques al equipo han sido de una envergadura enorme: «No soy capaz de pilotar el coche» o «No tengo que preocuparme por mucho más». Si el francés dice adiós un año antes de los previsto no será extraño.
A la cola entre los WRC los Ford de M-Sport. Aunque aquí hay explicación. La avería de Teemu Suninen, que lo hizo abandonar el viernes, fue un duro golpe. El finlandés demostró el sábado que es un piloto de estar entre los 5 primeros en asfalto y fue cuarto en la etapa. Por su parte Gus Greensmith siguió con su aprendizaje de la superficie para ser noveno, seguido de Takamoto Katsuta quien fue de menos a más y acumuló una muy buena experiencia cerrando el top 10.
En WRC2 ganó Jan Kopecky, que no tuvo mayor problema en mantener su posición de privilegio tras los regalos de sus rivales. En especial de la joya de la corona entre los jóvenes, Kalle Rovanpera.
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— Toyota GAZOO Racing WRT (@TGR_WRC) August 25, 2019