El equipo austriaco apostó a una sola parada, creyendo que con sus dos detenciones, Lewis Hamilton no iba a poder superar al neerlandés, que lideró la carrera durante 60 vueltas.
Hoy Mercedes demostró por qué es el equipo campeón mundial y domina la Fórmula 1 desde 2014. Gracias a una brillante estrategia le permitió ganar a Lewis Hamilton en el Gran Premio de España. Estuvieron acertados, a diferencia de Red Bull cuyo plan se basó en una sola detención para Max Verstappen, que en las últimas vueltas se quedó sin gomas y no pudo mantener la punta.
En el giro 25, Red Bull hizo el cambio de gomas con Verstappen y apostaron que esos neumáticos medios le iban a aguantar hasta el final. Cuatro vueltas más tarde, Mercedes llamó a Hamilton, quien intentó acercarse al líder, pero no pudo.
Sin embargo los ingenieros de pista del equipo alemán vieron que el inglés pudo mantener un buen ritmo en pista y que si contaba con caucho fresco iba a poder terminar mejor que el neerlandés. Por eso Lewis hizo otra detención en el giro 43.
Ya era una diferencia de 18 vueltas de neumáticos en mejores condiciones a favor de Hamilton respecto de Verstappen. Ahí creció la tensión en los boxes de Red Bull, porque creyeron que el inglés iba a perder ritmo a partir de su primera parada. No fue así y si bien entre los giros 29 y 43 (en la primera y segunda detención de Lewis), el británico nunca pudo estar pegado al neerlandés, sus tiempos fueron regulares.
En las últimas diez rondas, Hamilton le recortó de tal forma que empezó a aparecer detrás de Verstappen, quien le empezó a alertar al equipo que no iba a tener resto en sus neumáticos hasta el final (video).
El neerlandés no pudo hacer nada con unas gomas que ya tenían más de 30 vueltas de uso. Fue imposible hacer diferencias. Y el ritmo del inglés creció al punto que su compañero de equipo, Valtteri Bottas, recibió la orden de cederle la segunda posición. Con el camino libre, el último campeón no tuvo obstáculos para reducir los tiempos de vueltas y acercarse a su rival.
Llegó un momento en que los relojes ya no incidieron y la imagen lo mostró a Hamilton pegado detrás de Verstappen. Sin necesidad de esperar hasta la última ronda, el inglés aseguró la victoria antes con el sobrepaso que definió la carrera.
A falta de seis vueltas, Lewis dio la estocada final y superó a Max en la primera curva. Su equipo hizo una gran estrategia, pero el séptuple campeón mundial nunca perdió el ritmo en la pista y el no caer en las diferencias sobre Verstappen le permitió hacer una segunda parada y volver a pista para atacar con todo con gomas nuevas.
Fue un triunfo clave que puede valerle su octava corona en la Máxima. De cuatro fechas disputadas, Hamilton ya ganó tres y se afirmó a la punta del campeonato. Se destacó en la pista y por eso manda en el Campeonato de Pilotos. Pero Mercedes fue determinante con su plan de carrera y también lidera el Campeonato de Constructores.
Luego de la carrera, Verstappen dijo lo suyo: “En cierto modo lo veía venir. Ya al final de los blandos, él era más rápido, luego cuando pusimos los medios tenía claramente mucho más ritmo, podía quedarse a un segundo”.
“Así que no había mucho que pudiéramos hacer. Ellos fueron por otra parada y entonces supe que se había terminado porque ya estaba padeciendo con los neumáticos, y se podía ver en cada vuelta que él estaba cada vez más cerca”, agregó. “(Yo era) un poco una presa fácil”, sentenció.
Más allá del error de estrategia de su equipo, Max entiende que Red Bull está un paso atrás de Mercedes: “Todavía no estamos donde queremos estar. Todavía tenemos que empujar duro y y ponernos al día, porque en este momento somos un poco más lentos”.
“Pero aun así, en comparación con el año pasado creo que ha sido un gran salto para nosotros”, concluyó.