El encuentro estuvo marcado por la falta de claridad en ambos lados del campo, con pocas emociones para los hinchas que esperaban un River más ofensivo.
El equipo dirigido por Marcelo Gallardo, que venía de buenos rendimientos en torneos internacionales, mostró una versión apagada en Vicente López. Desde el inicio del partido, las cámaras enfocaban al «Muñeco» visiblemente preocupado por el desempeño de su equipo, que no logró imponerse a un Platense que plantó cara con mucha garra, pero también sin grandes ideas.
El trámite del partido: más lucha que juego
El partido fue disputado mayormente en la mitad de la cancha, donde las faltas y las imprecisiones dominaron la escena. River tuvo mayor posesión, pero esa superioridad no se tradujo en situaciones claras de gol. El Calamar, por su parte, basó su juego en cerrar los espacios y aprovechar los contraataques, aunque nunca puso en aprietos reales al arquero Franco Armani.
De las pocas luces en el juego de River, Manuel Lanzini fue el más destacado. El enganche intentó generar peligro a partir de su habilidad con el balón, pero no encontró socios en ataque que pudieran concretar sus intenciones. Ni Lucas Beltrán ni Pablo Solari, los encargados de quebrar la defensa rival, estuvieron a la altura de las expectativas.
Tabla de posiciones: River, cada vez más lejos
Con este empate, River alcanzó los 25 puntos y quedó en la séptima posición del campeonato, a once unidades del líder Vélez, que sigue firme en la cima con 36 puntos. Huracán y Talleres completan el podio de la liga con 31 puntos, mientras que Instituto acecha con 28.
A falta de diez jornadas para el final del torneo, las chances de que el equipo de Gallardo recupere terreno y vuelva a la pelea por el título se ven reducidas. Muchos sectores del mundo River ya empiezan a hablar de un cambio de prioridades, con la mira puesta más en los torneos internacionales que en el campeonato local.
Preocupación en el banco de River
Marcelo Gallardo, quien se ha caracterizado por mantener la calma en momentos difíciles, no ocultó su frustración. Durante el encuentro se lo vio dando instrucciones enérgicas, pero sin encontrar la respuesta que buscaba de sus jugadores. Tras el pitazo final, el DT evitó declaraciones profundas y se limitó a señalar que «hay mucho por corregir», dejando entrever que el equipo deberá mejorar de manera urgente si pretende cerrar el año con algún título.
El empate ante Platense fue otro recordatorio de que, en el fútbol, la jerarquía no siempre es suficiente. River deberá replantearse su funcionamiento si quiere recuperar su protagonismo en la recta final del campeonato