La polaca firmó una de las mayores exhibiciones que se recuerdan en una final de esta categoría, y suma su segundo título en tierra batida, tras Roland Garros 2020.
Iga Swiatek y Karolina Pliskova se encontraban en la final del WTA 1000 de Roma, en el que suponía el primer partido entre la polaca y la checa. Swiatek partía como favorita al estar muy ayudada por una superficie que la va a la perfección, mientras que Pliskova intentaría dar la sorpresa ante la potente polaca.
Swiatek, incontestable
El partido fue una plena exhibición de la única jugadora que iba a hacer acto de presencia en la pista. Desde el principio, se vería que iba a ser Swiatek quien se proclamara campeona, pues su nivel era infinitamente mejor al de una Pliskova completamente bloqueada. En el primer set, tres breaks daban en 20 minutos el liderazgo para Swiatek por 6-0.
En el segundo set, no habría motivos para pensar en una remontada de Pliskova. La checa había claudicado hacía tiempo, y Swiatek estaba ya visualizándose con el título romano. Otro 6-0 otorgaba a Swiatek su primer título WTA 1000 en el torneo de Roma, después de arrodillar de principio a fin a Karolina Pliskova.