Una ráfaga de fútbol total del Mengao marcó la notoria diferencia de categoría entre ambos equipos antes de la primera media hora de juego.
Sin embargo, con la guapeza y calidad de Girotti y Fértoli, más la postura ofensiva del DT portugués Caixinha, la T estuvo a tiro del 2-2 hasta que el viejito (33 años) Everton Ribeiro les dio una baño de realidad a los cordobeses.
Más allá del resultado, el equipo argentino dejó en evidencia que cuenta con virtudes futbolísticas y, sobre todo, personalidad para jugar la Libertadores. Porque no es sencillo plantarse en el mítico Maracaná y contra el Cuco Flamengo como lo hizo anoche.
Es más, el rápido y furioso 2-0 que logró el local podría haber generado una goleada más contundente. Pero Talleres no se resignó. Al contrario, metió el pecho y fue para adelante, asumiendo el riesgo de terminar vapuleado. Así, con empuje, dinámica y voracidad, una asistencia de taco de Girotti y el posterior derechazo de Fértoli volvieron a meterlo en partido antes del descanso. Y el Fla lo sintió.
Con ese envión anímico y los tres cambios ofensivos del astuto Caixinha el visitante le llenó el área de dudas al equipo brasileño en el primer tramo del segundo tiempo, hasta que el trío Bruno Henrique-De Arrascaeta-Ribeiro volvieron a enchufarse y el capitán del Mengao definió todo.
Herrera terminó salvando a la T de una diferencia mayor en el marcador, más allá de que el Fla bajó la intensidad del ataque y la ilusión corbobesa se derrumbó. De todas maneras, en estos casos hay que mirar la mitad llena del vaso y Talleres estuvo a la altura contra uno de los candidatos a ganar la Libertadores.
