Fue 2-1 para la Academia en tiempo suplementario. Alcaraz metió el gol del triunfo que desembocó en una batalla campal. Racing tuvo, por fin, su premio. Le ganó 2-1 a Boca en tiempo suplementario y se quedó con el Trofeo de Campeones en un partido que se disputó en San Luis y que acabó en escándalo.
Es que el árbitro Facundo Tello debió terminar el duelo antes de tiempo porque el Xeneize quedó con seis jugadores después de que Darío Benedetto hiciera el gesto de que el encuentro estaba «arreglado». Norberto Briasco había abierto el marcador a los 18 minutos del primer tiempo y enseguida había empatado Matías Rojas, con colaboración de Agustín Rossi. Así completaron los 90 minutos. Parecía que iban a penales hasta que apareció el cabezazo heroico de Carlos Alcaraz.
Antes que Benedetto habían sido expulsados Sebastián Villa (por una pelea con Johan Carbonero, que también fue echado), Alan Varela, Luis Advíncula y Frank Fabra. También fueron expulsados Hugo Ibarra y el Pulpo González. La Academia también terminó diezmado: además de Carbonero, Alcaraz se fue a las duchas luego de su gol agónico y su festejo desmedido y Jonathan Galván, que estaba en el banco fueron expulsados.