Rugby Championship: Argentina logró un espectacular triunfo sobre los All Blacks en Nueva Zelanda

No fue la primera victoria contra Nueva Zelanda, ni la primera como visitante. Sin embargo, lo que distingue este triunfo de Los Pumas sobre los All Blacks es que fue el más destacado. En una actuación excelsa, tanto en ataque como en defensa, con un récord de tries y puntos frente a los neozelandeses, Argentina se impuso 38-30 en Wellington, iniciando de la mejor manera su camino en el Rugby Championship 2024.

Este tercer triunfo en cinco años contra Nueva Zelanda, en un historial de 44 años en el que un empate era el mejor resultado, fue el más brillante. A la asfixiante defensa, un elemento indispensable al enfrentar a los mejores del mundo y clave en los éxitos de 2020 y 2022, Los Pumas añadieron esta vez una gran dosis de juego ofensivo, no exento de lujos. La fortaleza mental para sobreponerse a situaciones adversas también fue fundamental. Aunque cometieron errores que los llevaron a estar 15 puntos abajo al final del primer tiempo, mejoraron su disciplina sin perder intensidad, lo que les permitió revertir la situación.

El partido fue vibrante, con siete tries en total y un marcador que osciló con varios cambios de liderazgo. En los minutos cruciales, Los Pumas, gracias a una tremenda presión que forzó a los All Blacks a cometer errores poco comunes para su nivel, mostraron mayor entereza para resolver un encuentro tan parejo.

Antes de este partido, la mayor cantidad de puntos que Los Pumas habían anotado contra Nueva Zelanda era 25, logrados en las victorias en Parramatta (Australia) y Christchurch. Nunca antes habían apoyado cuatro tries en un solo encuentro contra los neozelandeses. Los 38 puntos marcados son la máxima cantidad que los All Blacks han permitido como locales. El récord anterior lo tenía Sudáfrica, con un triunfo por 36-34, también en Wellington, en 2018. Argentina ahora se une a Sudáfrica e Irlanda, los dos primeros del ranking mundial, como los únicos equipos en vencer tres veces a Nueva Zelanda en los últimos cinco años. Los All Blacks suman cinco partidos sin ganar en la capital, con tres derrotas y dos empates; su última victoria allí fue en 2018.

A 12 minutos del final, un try de Agustín Creevy, quien a sus 39 años regresó al seleccionado tras haber sido omitido en la ventana de julio, volvió a poner a Los Pumas adelante (35-30) después de que Nueva Zelanda había reaccionado al inicio del segundo tiempo. Desde ese momento, todo fue celeste y blanco. Los Pumas defendieron la ventaja con uñas y dientes, y sobre el final, Santiago Carreras (18 puntos) aseguró el triunfo con un penal.

No hubo puntos débiles en el equipo, aunque algunos jugadores sobresalieron. Pablo Matera, quien volvió a ser capitán tras cuatro años debido a la lesión de Julián Montoya, jugó a un nivel altísimo, similar al de su primer éxito en el Tri-Nations 2020. Juan Cruz Mallía mostró que está en otro nivel: con juego aéreo, quiebres, patadas precisas y decisiones acertadas. Mateo Carreras definió con velocidad la única oportunidad que tuvo. Santiago Chocobares ganó metros cada vez que tocó la pelota y fue un muro en defensa. Marcos Kremer, Pedro Rubiolo y Thomas Gallo destacaron por su incansable trabajo en los tackles.

En los momentos cruciales, Nueva Zelanda lució desconcertada. Después de haber estado al frente 20-8 en el primer tiempo y 30-25 a los 15 minutos del segundo, desperdició algunas oportunidades al final y cometió errores poco habituales. Aunque el nuevo entrenador Scott Robertson enfrenta un ciclo marcado por una gran pérdida de jugadores, cuenta con un plantel de primer nivel, con gran calidad individual, y venía de vencer dos veces a Inglaterra en julio. En este partido, alineó a los mejores jugadores disponibles, siendo la única baja importante la del capitán Scott Barrett.

Un try a partir de una sorpresiva jugada de line-out al inicio del segundo tiempo puso a Los Pumas por primera vez en ventaja (22-20), que mantuvieron después de intercambiar penales. A los 11 minutos, Mark Tele’a volvió a adelantar a los de negro después de que los argentinos no pudieran salir de su propio campo con prolijidad. Aunque tuvieron pocos ataques, la efectividad en los últimos metros mantuvo a Nueva Zelanda al frente 30-25.

En la última media hora se vio lo mejor de Argentina. En ese período no sobresalieron las acciones vistosas, pero sí el dominio psicológico del partido, con gran presencia defensiva y recuperando muchas pelotas en el ruck. Los cuatro scrums que tuvieron a su favor, todos en ese cierre, los resolvieron con eficiencia. De uno en ataque, gracias a una potente embestida de Joaquín Oviedo, llegó el try de la victoria de Creevy.