Silvio Favale
En una ciudad que le es esquiva, acaso la contracara de lo que fue la última visita a Mendoza (ganó las 11 veces que jugó allí en el ciclo Gallardo), River tendrá que apelar al bisturí en Santa Fe para separarse de Boca y volver a ser el único líder de la Superliga.
Una operación de riesgo frente a este Unión que anda afilado en su casa, donde el jueves pasado goleó 3-0 a Atlético Mineiro por la Copa Sudamericana y que ya suma tres victorias en serie de local contando todas las competencias. Pero qué va… River irá con lo mejor que tiene, con ese equipo que en 2020 marcha con puntaje ideal, que no sólo marca el rumbo desde lo numérico sino desde el juego, desde el despliegue, y que además tendrá en el banco a un Marcelo Gallardo en “reposo activo”, como él mismo denominó.
El DT más ganador de la historia del club no pudo con su genio y después doblarse del dolor por esos cálculos renales que lo llevaron a pasar por el quirófano el miércoles, se arrancó la sonda del suero y se conectó una intravenosa de fútbol. “No hay nada que me impida estar”, avisó el viernes con una sonrisa Napoleón a la salida de Los Arcos. Y ahí estará él este mediodía, subiéndose al avión y comandando la operación Santa Fe…
El desarrollo de esta Superliga da para pensar que esta recta final será cabeza a cabeza, golpe por golpe. Porque si bien este inicio de 2020 le dio la razón al Muñeco cuando afirmó que “muchos de los equipos que pelean arriba van a dejar puntos en el camino”, esa máxima del DT no se cumplió a rajatabla con Boca, que volvió a ganar y hoy comparte la cima con River. Después, lo dicho por MG: Argentinos y Lanús se sacaron puntos entre sí y sólo Vélez asoma como el otro rival que podría meterse en la pelea si es que hoy le gana a San Lorenzo. De lo contrario, y salvo que en las cuatro fechas restantes se produzca alguna sorpresa, el torneo doméstico tendrá un duelo superclásico infartante hasta el final.
Boca y River son los dos equipos que mayor promedio de edad tienen (rondan los 28 años) entre los cinco que luchan arriba, y no es un detalle menor: en estas instancias decisivas, la experiencia juega su papel. Y vale. Por eso es que Gallardo tienen en mente sostener la estructura del 11 que tanto rédito le viene dando en el año, incluso con un sistema con poco rodaje como lo es ese 3-5-2 ó 3-3-2-2 con tres centrales atrás, y con la inclusión de un referente como Javier Pinola en lugar del suspendido Paulo Díaz. El resto del equipo, a esta altura, ya sale de memoria…
Y si eso sucede, en definitiva, se debe a que River se volvió dúctil, inteligente para resolver problemas y situaciones adversas tal como se dio en el Monumental ante Central Córdoba. Y con diez logró ganarlo en su casa a base de sacrificio y redoblar sacrificios. Por eso es que también el propio Napoleón se sintió obligado a predicar con el ejemplo y pese a la reciente intervención quirúrgica esta noche estará en Santa Fe junto a sus muñecos, dando indicaciones y comandando a este líder que de visitante es una máquina que sacó 23 de los 36 puntos que ostenta.
En Núñez saben que la Superliga que le falta a este ciclo exitosísimo está cerca y River depende de sí mismo. Porque si continúa haciendo bien los deberes y sumando de a tres, no va a ser necesario hacer cálculos. Qué alivio, Marcelo…