El equipo de Demichelis ganó el clásico con mucha autoridad y mantuvo la diferencia de seis puntos con San Lorenzo.
Con mucho fútbol y una autoridad imponente, River no detiene su marcha triunfal en la Liga: en el primer clásico de la era Demichelis, Independiente no fue rival y si el resultado fue apenas 2-0 se debió a las fallas en la definición que tuvo el equipo en el segundo tiempo. Así, mantuvo la diferencia de seis puntos con respecto a San Lorenzo en la punta del campeonato, la misma con la que había iniciado esta fecha. Además, amplió a 18 con Boca.
River tuvo un muy buen juego interior con sus cinco volantes, quienes distribuyeron a su antojo la pelota y jugaron prácticamente a un toque. En ese sentido, Barco se destacó por encima de todos con un gol y una asistencia, como Aliendro: otra gran noche del hombre que se para más cerca de Enzo Pérez y, con su enorme sentido de la ubicación, le da espacio y le cuida las espaldas para que se libere.